Ciudad de México. – En materia de abasto de medicamentos para el sector salud, el gobierno está llevando los tiempos de espera al límite. A menos de dos semanas de terminar el primer semestre del 2019, la proveeduría de medicamentos para la segunda mitad del año aún no está asegurada y el calendario de la licitación respectiva, que lleva la oficialía mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), enfrenta un nuevo retraso.
Programado para el 20 de junio, el fallo de la primera compra global de medicamentos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador no puede darse hasta que se dé respuesta a las miles de dudas que los proveedores tienen sobre el proceso, lo cual no sucederá para esa fecha, de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma).
Sin embargo, la megacompra debe concluir antes del 1 de julio para que esté en tiempo la distribución de casi 1,000 millones de piezas en todos los puntos del país y no exista el riesgo de falta de producto en la estantería de los hospitales públicos.
De acuerdo con la convocatoria No. LA-012000991-E82-2019 que emitió la Secretaría de Salud, el 11 de junio se realizarían las juntas de aclaraciones respectivas, para luego dar paso el 18 de junio a la presentación y apertura de proposiciones y concluir el proceso el 20 de junio a las 5 de la tarde, con el fallo al que se destinarán recursos del orden de 17,000 millones de pesos.
No obstante, el acto de aclaración de dudas se pospuso en tres ocasiones, a pesar de que se publicaron los tiempos en el Diario Oficial de la Federación, debido “a la cantidad de preguntas que presentaron los proveedores, arriba de 5,700 dudas, y que no alcanzó a contestar la autoridad. Esto habla de la magnitud de la problemática que se puede presentar en este nuevo modelo que pretende implementar el gobierno federal”, dijo en entrevista Rafael Gual Cosío, director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica.
De ahí que se esperan cambios en el anuncio del fallo de la licitación, pues el reglamento estipula que del acto de presentación de las ofertas debe realizarse seis días hábiles después de que se analizaron las dudas y aclaraciones, si esto fuera así, “hoy se cerraría el proceso para presentar las dudas y entonces sería hasta el próximo lunes 24 de junio cuando se presenten las ofertas”.
Distribución, el mayor reto
La compra de medicamento en el país pasará de un modelo de compra consolidada, misma que encabezó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y con el que, de acuerdo con la administración anterior, se reportaron ahorros del orden 20,649 millones de pesos en los últimos seis años, a un modelo que estará a cargo de la SHCP y que contempla la compra directa de medicamento a los laboratorios, eliminado a los distribuidores logísticos.
Tras reconocer que “éste es un nuevo esquema, totalmente diferente y por eso existen tantas dudas por parte de la proveeduría”, el presidente de la Canifarma comentó que “la principal diferencia es que quienes tienen que cotizar (en la licitación) son los proveedores de medicamentos, es decir, los fabricantes, quienes tienen los registros sanitarios, y no el operador logístico como se venía haciendo en todas las demás licitaciones, lo que trae una serie de complicaciones importantes para la industria, porque no estaba habituada para llevar estos procesos; inclusive, tuvimos que tomar seminarios para poder darnos de alta como empresas proveedoras del gobierno”.
La preocupación de la Canifarma, insistió Gual Cosío, “no radica en quién será o no el distribuidor, sino en que todos los tratamientos lleguen en óptimas condiciones hasta las manos de las personas que los necesitan”.
Cabe destacar que los medicamentos se entregaban en 2,000 puntos, a través de los más de 15 operadores logísticos que recogían el producto con las farmacéuticas y lo llevaban a todo el país, utilizando los almacenes de los distribuidores y había toda una programación.
“El laboratorio entregaba al operador logístico y éste lo concentraba y lo llevaba a los diferentes puntos, así se hizo desde el 2012 hasta el primer semestre del 2019; lo que ahora pasa es que quien tiene que cotizar no es un operador logístico, necesariamente tiene que ser el fabricante, entonces esto complica totalmente la operación de los laboratorios, y tienen que entregar en siete almacenes un volumen altísimo de piezas, que implica un problema”, detalló Gual Cosío.
Dijo que si bien la industria tiene la capacidad para cumplir con el abastecimiento de medicamentos en el IMSS, ISSSTE, Marina, Pemex y reclusorios, “es indispensable que el proceso considere el tiempo y las condiciones que se requieren”, sostuvo.
La última licitación consolidada de medicamentos se llevó a cabo en noviembre del 2018 y serviría para abastecer medicamentos este año, pero sus resultados fueron suspendidos por la actual administración. En el proceso participaron 43 entidades compradoras: cinco dependencias, 15 entidades federativas y 23 institutos de la Secretaría de Salud. Asimismo, contemplaba la compra de 834 claves de medicamentos, 521 de material de curación y 26 correspondientes a vacunas.
Con información de El Economista