Ciudad de México.- Neurosis personales, productos de belleza que prometen la juventud eterna o problemas con hombres para conseguirlos, retenerlos o amarlos, es parte de lo que encontraremos en la obra “Confesiones de mujeres de 30”, que se presenta en el Teatro Fernando Soler.
Tres mujeres nos hablan de todas las expectativas que se generan socialmente con la edad y que ocasionan inseguridad, inquietud en el futuro y la necesidad de encontrar un espacio en el mundo.
“Confesiones de mujeres de 30” tuvo una etapa hace 15 años con gran de éxito en cartelera. Para esta reposición, se revisó el libreto y adecuó a las mujeres de 30 de la actualidad; menos enfocadas a conseguir marido, con una equidad de género más sólida y mucho uso de las redes sociales como medio de comunicación interpersonal.
Para lograr que las actrices se adentraran en sus personajes, se sometieron durante los ensayos a una verdadera gimnasia de las emociones que implicó que, durante el primer día de ensayo, se les pidió confesaran entre ellas lo más terrible que hubieran hecho; esto con objeto de que se conocieran mejor. La manera en que la directora de escena Lía Jelín logra que los actores contacten con sus emociones es distinta, nos platica cómo los saca de su zona de confort:
“En el teatro moderno ya no se actúa, se es. El teatro es como una realidad paralela que, en hora y media, tiene que tener tanta verdad y vigencia, como la vida misma. Cuando se hace por entretenimiento o para que la gente se ría, no se está logrando el objetivo. El teatro es sangre, sudor y lágrimas. No es un beso a través de un vidrio como la televisión. Debemos evolucionar como lo hizo la plástica, pintura o música”.
Como directora, Lía Jelin tiene métodos poco ortodoxos para sacar a los actores su potencial escénico: “Hay algunos a los que hay debes hablarles, a otros amarrarlos. Sobre todo, con Mauricio Galaz que es un maestro extraordinario, hemos generado ejercicios con máscaras, con los ojos tapados, el cuerpo de clown, música feroz y otros elementos».
En “Confesiones de mujeres de 30”, durante los ensayos se trabajó en un teatro corporal en donde la emoción tiene que pasar por el cuerpo, no solo a la palabra: “por suerte tengo la habilidad de detectar cosas que están ocultas en las actrices, y que no ve la mayoría de la gente; por ejemplo, un movimiento, un gesto, una palabra, una manera de sentarse, una disculpa o un ex abrupto”.
Para Lía Jelín la herramienta actoral son los fracasos personales que te hacen crecer. “Confesiones de mujeres de 30” es interpretada magistralmente por María Gonllegos, Paola Arrioja, Patricia Gallo y Ana Cecilia Anzaldúa. Se presenta en el Teatro Fernando Soler del Centro Teatral Manolo Fábregas (Velázquez de León 31 en la colonia San Rafael) de viernes a domingo.
Con información y fotos de Marcia Brambila, Twitter: @marciabrambilaa