MUNDO.- Un centenar más de personas de distintas nacionalidades llegó desde la Franja de Gaza a Egipto este jueves por el paso de Rafah, abierto por segundo día para permitir que extranjeros y heridos salgan del territorio palestino incesantemente bombardeado por Israel.
Dos buses con un total de «100 pasajeros con nacionalidades extranjeras» cruzaron la frontera hacia Egipto por la mañana, indicó en un comunicado Wael Abou Mohsenn, vocero de la administración de la parte palestina del paso.
En total, unas 400 personas y 60 heridos en la guerra están inscritos para partir durante la jornada.
Una lista de las personas autorizadas a viajar, vista por la AFP, incluía a cientos de ciudadanos estadounidenses y 50 belgas, junto con un número menor de varios países europeos, árabes, asiáticos y africanos.
«Esta guerra es la peor que jamás haya visto el pueblo palestino», declaró a la AFP Shams Shaath, una adolescente con pasaporte estadounidense que esperaba para salir por este paso, el único no controlado por Israel.
Egipto anunció que ayudaría a evacuar a unos 7.000 extranjeros del estrecho territorio de 2,4 millones de habitantes, asediado y bajo bombardeos constantes de Israel. Unos 361 ya salieron de Gaza el miércoles.
Durante la noche volvieron a estallar intensos combates terrestres en el norte de Gaza, en un esfuerzo de Israel por «aniquilar» al movimiento islamista palestino Hamás tras su sangriento ataque del 7 de octubre, que dejó 1.400 muertos y llevó a la captura de 242 rehenes, según las autoridades.
El ejército israelí indicó que mató a «decenas» de fuerzas enemigas mientras «células terroristas (…) disparaban misiles antitanque, detonaban artefactos explosivos y lanzaban granadas».
Unos 332 soldados murieron desde el 7 de octubre, según Israel.
El ministerio de Salud del movimiento islamista afirmó que 9.061 personas, entre ellas 3.760 niños, murieron en este territorio donde la ONU expresó el miércoles su «grave preocupación» ante unos ataques que «podrían equivaler a crímenes de guerra».
A medida que las fuerzas israelíes se adentran en el territorio palestino, aumenta la inquietud por la cruenta guerra urbana con Hamás, que combate desde una extensa red de túneles.
Aunque Estados Unidos respalda a Israel al descartar un alto el fuego en Gaza por ahora, el presidente Joe Biden afirmó que apoyaría una «pausa» humanitaria para ayudar a sacar a los rehenes de Gaza.
El enclave sufre un asedio israelí que lo priva de agua, comida, electricidad, combustible y suministros médicos, y las oenegés denuncian que los 227 camiones con ayuda humanitaria que entraron en Gaza, según la ONU, son insuficientes.
Los ataques repetidos, uno el martes y otro el miércoles, contra el campo de refugiados de Jabaliya, en el norte de la Franja, suscitaron especial preocupación.
El ejército israelí afirmó que sus fuerzas atacaron más de 12.000 objetivos hasta la fecha.
Según Hamás, 195 personas murieron en los bombardeos contra Jabaliya, un balance que la AFP no pudo verificar independientemente. El movimiento islamista añadió que 7 rehenes murieron en el ataque del martes.
Los equipos de emergencia aseguraron que «familias enteras» murieron.
Israel justificó ese bombardeo afirmando que eliminó a uno de los dirigentes de Hamás responsables del ataque del 7 de octubre, Ibrahim Biari.
Israel alega que intenta evitar víctimas civiles y pidió a los residentes que evacuaran el norte del territorio. También afirma que Hamás impidió la salida de muchos civiles y los utilizó como «escudos humanos».
Ante la llegada incesante de heridos, 20.000 en toda la Franja según Médicos Sin Fronteras, los hospitales del enclave se ven desbordados por la falta de material médico e incluso de electricidad.
En los países árabes y musulmanes, la ira y la indignación crecen contra Israel y sus aliados.
Jordania retiró el miércoles a su embajador en Israel, en protesta por la «guerra israelí que está matando a inocentes en Gaza».
El martes, Bolivia rompió sus relaciones con Israel por motivos similares, una decisión que el Estado hebreo calificó como una «rendición ante el terrorismo».
Israel está sufriendo los ataques de fuerzas enemigas respaldadas por Irán en varios países, como el Hezbolá libanés y los rebeldes hutíes en Yemen.
Biden pidió «mecanismos urgentes» para rebajar las tensiones regionales y anunció que el secretario de Estado, Antony Blinken, emprendería otra gira por Oriente Medio a partir del viernes.
«Nuestra guerra no es contra el pueblo de Gaza», indicó el portavoz militar Richard Hecht. «Los palestinos merecen paz y seguridad».
«No hay esperanza en la Franja de Gaza», aseguró Amen al-Aqluk, que siguió las órdenes de Israel y huyó de la ciudad de Gaza pero sigue atrapado en el enclave.
«Nos encontramos con la muerte todos los días, 24 horas al día», sentenció.
Con información de AFP