NUEVA YORK.- Esta semana se dio a conocer el testimonio de Miguel Angel Martínez, alias «el gordo», en el juicio que se realiza en Manhattan en contra de Joaquín «el Chapo» Guzmán, en el que el excolaboador del narcotraficante lo acusó de haber atentado contra su vida en cuatro ocasiones, a pesar de la lealtad que le había mostrado a su antigüo jefe.
La anécdota más fascinante para la prensa internacional fue el último de estos atentados.
El señor Martínez, conocido también como «el Tololoche» relató que en aquella ocasión estaba encarcelado en un reclusorio de la Ciudad de México. Fue entonces que una noche escuchó una melodía interpretada por unos mariachis. La banda estaba afuera de la prisión, como si fuera una serenata. Estos tocaron más de veinte veces el mismo tema, hasta las tres de la mañana.
Según ‘el Tololoche’, aquel corrido era la canción favorita del ‘Chapo’. Se trata de “Un puño de tierra”, una composición original de Carlos Coral, popularizada por la interpretación de grandes de la música norteña como Ramón Ayala y Antonio Aguilar.
En uno de sus versos, la canción dice:
El día que yo me muera
no voy a llevarme nada,
Hay que darle gusto al gusto
la vida pronto se acaba.
Esta es la canción:
El señor Martínez narró que dos horas después de esta tenebrosa serenata, un sicario consiguió llegar hasta la puerta de su celda, lo amenazó con una pistola y finalmente le lanzó dos granadas.
Martínez alcanzó a lanzarse hacia el baño y con esta acción desesperada pudo escapar con su vida.
Redacción / Con información de agencias y Noticieros Televisa
