MUNDO.- Interpretar una personaje no debe de ser nada fácil, pero algunos actores que se meten tanto en su papel traspasan la línea entre la ficción y la realidad.
Algunos bajan o suben de peso, cambian totalmente su aspecto, inclusos han experimentado problemas psicológicos.
Muchos actores de Hollywood emplean en su trabajo una técnica conocida como la «actuación del método», basada en conceptos e ideas del director de teatro ruso Konstantin Stanislavski.
La idea es experimentar en carne propia las circunstancias del personaje, situarse en el mismo esquema mental y emocional, así como las condiciones que lo rodean.
Uno de los ejemplos que más se nos viene a la cabeza es el del fallecido actor Heath Ledger, quien interpretó al Guasón en la película de «Batman, la noche oscura».
Para prepararse para el papel, Heath Ledger se recluyó en un motel por dos meses, donde se sumergió en la psicología y la locura del Joker.
Durante el rodaje, el actor sufrió de insomnio, paranoia y ataques de pánico. Meses después de filmar la película murió por una sobredosis de pastillas para dormir.
En 2004 el Christian Bale bajó 28 kilos para interpretar a Trevor Reznik en en «El maquinista». Bale admitió que la pérdida extrema de peso alteró su estado de ánimo.
Después de esa película Bale tuvo que aumentar 45 kilos en cinco meses, para su rol en «Batman regresa» lo cual fue estresante para su corazón y prometió que jamás volverá a hacer algo así.
En la película de «El renacido», Leonardo DiCaprio se fue acampar en la jungla y nadar en ríos congelados, pero sin duda una de las cosas más difíciles para él como vegetariano y defensor de los animales fue dormir en cadáveres reales y comer hígado crudo de bisonte.
Uno de los casos más recientes es el del actor Joaquín Phoenix aclamado por su interpretación del Guason.
El actor tuvo que perder 25 kilos para interpretar a Arthur Fleck. La risa de este payaso es algo muy peculiar y para poder crear la propia, Phoenix estudió a enfermos de risa patológica. Mencionó que durante varios meses solo se alimentaba de manzanas y vegetales.
En entrevista con Paola Rojas, el neurocientífico Eduardo Calixto habló al respecto.
«Hay que entender como en los músicos, como profesionales, y que hacen este tipo de situaciones el cerebro de los actores tiene una mayor comunicación neuronal y que hace en este proceso una mayor interacción con muchos de los papeles. Un actor bien preparado tiene una capacidad de integrar rápidamente emociones y al mismo tiempo les hace prender mucho más fácil un papel, pero lo más interesante y aquí es en donde entra el proceso muy particular, si viene acompañado de un proceso previo, de una alteración en la personalidad, este el ese factor detonante que hace que prácticamente se genera una alteración desde el punto de vista conductual», señaló.
Con información de Noticieros Televisa