MUNDO.- La única forma de «poner fin a todo este sufrimiento» de «una autopista al infierno climático» es que el mundo coopere o perezca, según advirtió el lunes el jefe de Naciones Unidas a docenas de líderes mundiales reunidos para una cumbre internacional sobre el clima.
Estaba previsto que más de 100 líderes hablaran en los próximos días sobre cómo enfrentar una situación que va a peor y que los científicos describen como el mayor desafío de la Tierra. Casi 50 jefes de estado o gobierno empezaban a tomar el estrado el lunes, en el primer día de diálogos de «alto nivel» en esta edición de la cumbre climática anual de Naciones Unidas, conocida como COP27.
Buena parte del interés estará en los líderes que relatarán ejemplos de devastación provocada por desastres climáticos, en especial el discurso del martes del primer ministro de Pakistán, Muhammad Sharif. Las inundaciones del verano en su país causaron daños de al menos 40.000 millones de dólares y desplazaron a millones de personas.
«El planeta se ha convertido en un mundo de sufrimiento (…) es hora de poner fin a todo este sufrimiento», dijo el presidente de Egipto, Abdul Fatá el Sisi, anfitrión del encuentro.
«El cambio climático no se detendrá nunca sin nuestra intervención (…) Nuestro tiempo aquí es limitado y debemos utilizar cada segundo del que dispongamos».
El Sisi, que pidió el final de la guerra de Rusia en Ucrania, fue suave en comparación con el enérgico secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que dijo que el mundo está «en una autopista al infierno climático».
Guterres pidió un nuevo pacto entre países ricos y pobres para trabajar más de cerca, con ayuda financiera y un abandono del carbón en los países ricos para 2030 y en otros lugares para 2040. Pidió a Estados Unidos y China, los dos mayores productores de emisiones que cambian el clima, que trabajen juntos especialmente en materia climática, algo que hacían hasta hace unos pocos años.
«La humanidad tiene que tomar una decisión: cooperar o perecer», dijo Guterres.
«Es o bien un Pacto de Solidaridad Climática o un Pacto de Suicidio Colectivo».
Sin embargo, la presión podría ser menos efectiva que en reuniones anteriores, debido a problemas de calendario y a los que no acudirán, llegarán tarde o enfrentan la cita con reparos.
La mayoría de los líderes se reunía el lunes y el martes, justo cuando Estados Unidos celebraba unas elecciones parlamentarias que podrían resultar trascendentales. Después, los líderes de las 20 naciones más ricas tendrán su influyente reunión en Bali, Indonesia, unos días más tarde. A eso se añade que «hay cumbres climáticas grandes y cumbres climáticas pequeñas, y nunca se esperó que esta fuera una grande», indicó el director general de Climate Advisers Nigel Purvis, exnegociador estadounidense.
Parecía que los líderes de dos de las tres naciones que más dióxido de carbono emiten -China e India- no asistirían a las negociaciones, aunque enviaron delegados de menor rango. El líder del otro gran contaminante -el presidente de Estados Unidos, Joe Biden- llegaría días después de la mayoría de otros presidentes y primeros ministros, en una escala camino de Bali.
En un principio, el primer ministro de Gran Bretaña, Rishi Sunak, no iba a asistir a las negociaciones, pero la presión pública y los planes del exmandatario británico Boris Johnson de acudir le hicieron cambiar de opinión. El nuevo rey Carlos III, un veterano defensor del medio ambiente, no asistirá por su nuevo papel como monarca. Y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, cuya invasión de Ucrania desencadenó un caos energético con consecuencias en las negociaciones climáticas, no acudirá.
«Siempre queremos más (líderes)», indicó el domingo en una conferencia de prensa el responsable de clima en Naciones Unidas, Simon Stiell. «Pero creo que ahora mismo hay suficientes (mandatarios) para que tengamos un resultado muy productivo».
Además de los discursos de los gobernantes, las negociaciones incluyen «innovadores» diálogos en mesas redondas que «estamos seguros, generarán algunas aportaciones muy potentes», dijo Stiell.
Los que acudieron en gran número fueron los líderes del continente anfitrión, África.
«Los contaminantes históricos que provocaron el cambio climático no aparecen», dijo Mohammed Adow, de Power Shift Africa.
«África es la menos responsable, la más vulnerable al problema del cambio climático y es el continente que está alzándose y mostrando liderazgo».
«El Sur da la cara», dijo Adow a The Associated Press. «El Norte, causante histórico del problema, falla».
ONU presenta plan para financiar sistema de alerta temprana de desastres climáticos
La ONU desveló este lunes un plan de acción de más de 3.000 millones de dólares para que de aquí a cinco años toda la población mundial esté protegida por un sistema de alerta temprana de desastres meteorológicos.
«Las comunidades vulnerables en las zonas sensibles se ven sorprendidas por una sucesión de desastres climáticos, sin ningún medio de alerta preventiva», afirmó este lunes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en la COP27 en Egipto.
Los 3.100 millones de dólares del plan de acción deberán cubrirse como parte del esperado aumento de la financiación destinada a la adaptación al cambio climático.
El dinero se destinará a cuatro ámbitos: mejor conocimiento de los riesgos, puesta en marcha de servicios de vigilancia y de alerta, refuerzo de la capacidad para actuar en el terreno y transferencia de información sobre riesgos a todos aquellos que lo necesiten.
«Las poblaciones de frica, el sur de Asia, América central y del sur, y los habitantes de los pequeños estados insulares tienen 15 veces más riesgo de morir en una catástrofe climática», añadió Guterres.
«Las alertas tempranas salvan vidas y procuran grandes ventajas económicas. Basta señalar la llegada de un fenómeno peligroso con 24 horas de adelanto para reducir un 30% los daños consiguientes», destacó Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que elaboró este plan de acción.
De momento, menos de la mitad de los países menos desarrollados y sólo un tercio de los pequeños estados insulares en desarrollo disponen de un sistema de alerta temprana, según un reciente informe de la OMM y de la Oficina para la Reducción de Riesgos de Catástrofes de la ONU (UNDRR, por sus siglas en inglés).
Para alcanzar el objetivo, habrá que invertir 3.100 millones de dólares entre 2023 y 2027, «una cantidad irrisoria teniendo en cuenta las ventajas», comentó la ONU este lunes.
Con información de AP y AFP