MUNDO.- Hasta el momento hay 13 ciudades en cuarentena y 40 millones de personas aisladas en China desde el 23 de enero, por el coronavirus Covid-19.
Pero vivir en cuarentena va más allá de cerrar fronteras; para muchos habitantes de estas ciudades implica, por ejemplo, dejar de abrazar a quienes más quieren.
Un emotivo video muestra cómo una niña llora porque no puede abrazar a su madre, una enfermera que trabaja en un hospital de Fugou, en Henan, China.
Incluso, quienes pensaban disfrutar de un placentero viaje en el crucero del Diamond Princess, también han tenido que vivir la angustia que significa vivir en cuarentena.
Desde el lunes 3 de febrero, los más de dos mil pasajeros a bordo del crucero están en confinamiento.
El barco, que se encuentra varado en el puerto de Yokohama, cerca de Tokio, tuvo que ponerse en cuarentena luego de que se descubriera que existían pasajeros infectados con el coronavirus.
Hasta este jueves, se habían registrado 175 personas infectadas.
Yolanda Rocha del Valle y Joaquín Gómez Moreno, son un matrimonio de mexicanos que está a bordo.
En entrevista para «Al Aire con Paola» narran lo que es vivir en aislamiento.
«Salimos exclusivamente cada dos días o cada tres días, por espacio de una hora, nos llaman por grupos, ahorita ya nos están dando el programa desde antes, por ejemplo, hoy nosotros salimos, nos tocó salir a cubierta, ahorita hay lluvia”, comentó Yolanda Rocha del Valle.
La señora Yolanda narra las condiciones en las que se encuentran. A ellos, por ejemplo, les tocó estar en un camarote sin ventana, pero tratan de guardar la calma, de distraerse leyendo el periódico, viendo televisión, aunque no es lo mismo para todos.
«Yo les traduzco a los latinos y si me han dicho que están desesperados, tengo dos personas que también me dicen ‘es que ya no aguanto, ya’, entonces pues sí da miedo estas tensiones de que alguien sufra, una de las personas sufre claustrofobia”, detalló Yolanda Rocha del Valle.
Incluso, también les ha tocado vivir la separación de una pareja, porque uno de ellos se infectó con el coronavirus.
«Otro amigo australiano, amigos que hicimos aquí, un joven también que, muy joven, que se casó en septiembre, venía con su esposa. Ya ahora y ayer que hablé con ella que me costó un trabajo localizarla, me dijo que a él ya lo habían bajado, entonces sí son golpes que sí sorprenden y sí te afectan”, dijo Yolanda Rocha del Valle.
Las medidas de seguridad son extremas a bordo del barco, una vez que se detecta que alguien tiene temperatura de 37 grados, es bajado del barco de inmediato y puesto en confinamiento.
Por lo pronto, Yolanda y su esposo intentan mantener la calma, rezan, leen, conversan entre ellos y aprenden de esta lección de humanidad.
En entrevista con Paola Rojas, el neurocientífico Eduardo Calixto habló sobre los efectos que provoca el aislamiento.
«En el proceso a nivel cerebral si algo nos afecta demasiado es el aislamiento. El cerebro humano no está hecho para estar solo, o sea, no es una evolución para vivir solo, necesitamos de la experiencia, del contacto y la retroalimentación con el medio ambiente y ante esta situación uno de los elementos básicos es el ejercicio».
El experto indicó que el quedarse sentado cambia el aporte de sangre al cerebro.
«De ahí la importancia de estarse moviendo y ante esta situación queda muy claro que uno de los factores necesarios para por ejemplo, poder memorizar la experiencia de la cotidianidad y de ver cosas nuevas, el hecho de aislarnos cambia eso (…) aislarnos es un factor que implica directamente sobre la memoria», agregó.
Con información de «Al aire con Paola» / Foto: Noticieros Televisa