MÉXICO.- Médicos del Hospital General de México han intensificado sus cargas de trabajo para atender a pacientes con coronavirus y temen que la demanda en una inminente Fase 3 los rebase.
«Aquí nadie es un héroe, aquí todos somos personas de carne y hueso, personas que en cualquier momento se puede infectar. Ya nos sentimos cansados, por el tipo de pacientes que estamos manejando y por el estrés que estamos manejando”, dijo Sergio López, enfermero de Terapia Intensiva COVID Hospital General de México ‘Dr. Eduardo Liceaga’,
«Todos los pacientes que tenemos en la terapia intensiva están intubados, están muy mal. Prácticamente nos la jugamos, hoy vienes y mañana desafortunadamente no están con ya nosotros”, dijo.
Sergio y Giselle forman parte del cuerpo de 260 enfermeras que, junto con 80 médicos, atiende a pacientes con COVID-19 en terapia intensiva, en el Hospital General de México, en la colonia Doctores de la capital del país. Desde hace tres semanas trabajan en turnos de hasta 12 horas seguidas.
«Los primeros días muchos compañeros y muchas compañeras referían cefalea por lo mismo del estrés, del nivel de estrés que estamos manejando. Al final del día llegamos cansados”, señaló Sergio López.
De las 808 camas censables del Hospital General de México, el más grande del país, 61 se dispusieron para pacientes contagiados. La mitad de ellos está en riesgo, desde el 24 de marzo a la fecha, ocho pacientes han fallecido.
«Estamos en el proceso de reconversión. Todo ha sido irse adaptando al momento. Se generaron situaciones de pánico que empezaron a ser manifiestas en los diferentes servicios”, agregó Guadalupe Guerrero Avendaño, directora del Hospital General de México ‘Dr. Eduardo Liceaga’.
En la intensiva, donde los pacientes requieren ventilación mecánica, el personal usa uniforme quirúrgico desechable. Los pacientes pueden generar aerosoles si aún no se intuban, no siempre se usa el traje especial. La crisis empeorará, indican, cuando los insumos escaseen.
«No contamos con el suficiente recurso como para ocupar el comando en todo momento. Son pacientes sumamente contagiosos”, insistió Sergio.
«Gente joven pero que tiene hipertensión, que tiene obesidad y que está muriendo por eso”, refirió Susana Jiménez, del área de muestras COVID del Hospital General.
Susana se encarga de tomar muestras a pacientes que son llevadas a análisis. Teme que, ante el incumplimiento de las medidas de sana distancia, haya una crisis como la que se vive en Italia o Estados Unidos.
«Tan solo este fin de semana 14 muestras tomamos y no nos dábamos abasto. Me preocupa que en algún momento no podamos soportar nosotros”, insistió Susana Jiménez.
Los enfermeros cuentan que visten ropa de civil en la calle y extreman la desinfección en el hospital y sus casas. La directora reconoce que médicos de Infectología, el primer contacto con pacientes, recibieron discriminación: el personal no quería tener contacto con ellos.
«Salimos del hospital y pues la gente se dio la vuelta, nos dio la espalda y se alejó de nosotros. Esa enfermera, y seguro estuvo con pacientes ya adquirió el virus”, narró Giselle Valdés, coordinadora de Terapia Intensiva.
«Ese tipo de actitudes, que a lo mejor no suenan tan agresivas, pero que, si las vemos ya en el contexto de una epidemia como la que estamos viviendo, son terribles”, agregó Guadalupe Guerrero Avendaño, directora Hospital General de México.
En el Hospital General temen que la pandemia arrecie si las personas que tienen la posibilidad no respetan la cuarentena o aún ponen en duda la existencia del virus.
«Si ellos vieran en verdad un poquito lo que estamos viviendo nosotros aquí en la terapia, de todo este encierro, de toda esta limitación, de que a veces no puede ir ni a tomar agua, porque no te puedes quitar el cubrebocas», agregó Sergio.
«Estamos por empezar la tercera etapa, que es la más grave, sin embargo, ahorita nosotros ya nos hemos enfrentado con estas situaciones de angustia, de miedo”, concluyó la directora Guerrero Avendaño.
Con información y foto de Noticieros Televisa
