MUNDO.- En un duro revés para el presidente Donald Trump, la Corte Suprema de Estados Unidos ha autorizado a la fiscalía de Nueva York a acceder a sus declaraciones de impuestos, tanto personales como de sus empresas, después de una larguísima batalla judicial que se ha demorado años.
Trump peleó hasta el final para ser el único presidente en décadas que no hizo públicas sus declaraciones de la renta. Su verdadera fortuna es un misterio. Finalmente, el Supremo le asesta un golpe al presidente al decidir que sí puede ser investigado aunque ocupe la presidencia.
Este caso en concreto es parte de una causa más amplia que comenzó con la investigación del supuesto pago de dinero en negro a actrices porno y modelos con las que el presidente había tenido relaciones extramatrimoniales.
A efectos prácticos, esos datos fiscales irán a parar primero a la fiscalía de Nueva York, cuyas pesquisas son en teoría confidenciales, pero pueden llegar también a varias comisiones de investigación de la Cámara de Representantes, donde los requieren los demócratas.
Trump ha perdido, juzgado tras juzgado, en esta larga batalla, que sienta precedente de cara a futuro y ha acabado en manos de una Corte Suprema en teoría conservadora, a dos de cuyos nueve magistrados nombró el propio presidente ahora en activo. Los dos, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh, fallaron finalmente en contra de Trump.
El caso se decidió en mayo y el fallo se ha hecho público este nueve de julio, último día de sesiones del Supremo en Washington. Este ha sido el primero año en que los magistrados se han reunido por teléfono, por la pandemia de coronavirus.
La decisión tiene otras ramificaciones muy importantes. La Administración Trump se había negado a permitir que algunos asesores y exasesores del presidente testificaran ante el Capitolio alegando la inmunidad del cargo de presidente a ser investigado. Ese supuesto principio ha quedado ahora invalidado.
Con información de ABC.es / Foto: REUTERS/Leah Millis