MUNDO.- Los trabajadores de los hospitales, consultorios médicos y residencias de ancianos de Alemania deberán demostrar que están vacunados o que se han recuperado del COVID-19 para mediados de marzo, como parte de la nueva legislación aprobada el viernes por el parlamento.
Además de la vacunación obligatoria para determinadas profesiones a partir de mediados de marzo, la nueva legislación también permite a los 16 estados federados de Alemania cerrar bares y restaurantes, así como prohibir la celebración de grandes eventos debido a las altas tasas de infección.
El ministro de Salud, Karl Lauterbach, defendió ante la Cámara Baja del Bundestag las restricciones a los no vacunados y las vacunas obligatorias para el personal médico y de enfermería.
«Es absolutamente inaceptable que en los establecimientos donde vive la gente, que deposita su confianza en nosotros para que la protejamos, mueran personas innecesariamente porque los no vacunados trabajan allí», dijo Lauterbach.
Alemania, sumida en una cuarta ola de infecciones, tiene una tasa de vacunación relativamente baja en comparación con el resto de Europa. Alrededor del 69% de la población está totalmente vacunada, mientras que al menos el 21% ha recibido una dosis de refuerzo, según las cifras oficiales.
La nueva ley también pretende hacer más accesible la vacunación al permitir que veterinarios, dentistas y farmacéuticos la administren, aunque solo por un periodo determinado.
Con información de Reuters