MÉXICO.- El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que el cadáver hallado en un camino de terracería en el Municipio de Choix, Sinaloa, sí corresponde al delincuente José Noriel Portillo Gil, «El Chueco», responsable del asesinato de dos sacerdotes jesuitas en Cerocahui, Chihuahua.
«Miren, se confirmó que sí es José Noriel Portillo Gil la persona que encontraron muerta en Choix, Sinaloa, una comunidad rural, ya se confirma por los estudios, me acaban de pasar la información», informó el Mandatario en su conferencia diaria en Palacio Nacional.
Antes de confirmar la identidad del cuerpo encontrado el sábado con una herida de bala en la nuca, el mandatario había dicho -en la misma mañanera- que todavía no se entregaba el análisis forense, aunque «El Chueco» ya había sido reconocido por familiares.
Casi una hora después, López Obrador se adelantó a la Fiscalía de Chihuahua y corroboró la identidad del líder delincuencial que operaba en la zona de la Sierra Tarahumara, luego de que le pasaron una tarjeta.
El martes, tras el hallazgo del cuerpo de «El Chueco», la Fiscalía de Chihuahua dio a conocer que una mujer de nombre Diana Carolina Portillo identificó el cuerpo como su hermano.
Al día siguiente, durante su mañanera, López Obrador dijo que pudo tratarse de una ejecución. «Parece que fue una ejecución. En Choix fue (encontrado) el cuerpo de esta persona, que puede ser que sea el que asesinó a los sacerdotes», apuntó entonces.
El tabasqueño también acusó ese día que Portillo Gil y la operación de su célula delictiva en la región eran tolerados por las autoridades locales, al grado que era promotor de un equipo de béisbol.
«El Chueco» es el líder de un grupo criminal que controla las actividades ilícitas en la Sierra Tarahumara. Aunque la caza de este delincuente arreció tras el asesinato de los sacerdotes, se le buscaba desde 2017 por distintos crímenes.
El individuo era originario de Urique y tenía su zona de operaciones en comunidades del corazón de la Tarahumara como San Rafael, Ciénega de Trejo, Guadalupe Coronado, Mesa de Arturo, Cerocahui y Bahuichivo.
De acuerdo con investigaciones de las autoridades estatales y federales, «El Chueco» y su gente responden a «Los Salazar», un grupo criminal asociado al Cártel de Sinaloa que opera desde la década de los 90.
Con información de Reforma