MUNDO.- Con profundos desacuerdos y bajas expectativas de resolverlos, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente ruso, Vladimir Putin, empezaron a hablar junto al lago de Ginebra en su primera cumbre desde que Biden asumió la presidencia hace seis meses.
Putin, que lleva 21 años al frente de Rusia, dijo que la cita transcurrió «sin hostilidad».
Y lució como un primer fruto de las conversaciones el acuerdo para que los respectivos embajadores vuelvan a sus puestos tras la polémica después de que Biden considerase «asesino» a Putin.
Asimismo, ambos han acordado mantener un diálogo sobre ciberseguridad, señaló el mandatario ruso. Una decisión que llega tras las acusaciones estadounidenses sobre supuestos ataques desde territorio ruso.
Putin y Biden se dieron la mano al llegar antes de entrar.
«Señor presidente, me gustaría agradecerle por su iniciativa de reunirse hoy», dijo Putin, sentado con las piernas abiertas junto a Biden, con las piernas cruzadas a la defensiva y aferrado a sus notas, aunque sonriente.
«Las relaciones entre Estados Unidos y Rusia tienen muchos problemas acumulados que requieren una reunión del más alto nivel», constató el líder ruso.
En su comparecencia en solitario, Putin se mostró incómodo al ser preguntado por los periodistas por Ucrania o el líder disidente encarcelado Alexei Navanly, al que una vez más no quiso llamar por su nombre.
«Esa persona sabía que violaba la ley de Rusia, violó repetidamente esta ley, salió del país para recibir tratamiento médico [por su envenenamiento en Rusia], y luego publicó sus vídeos [contra la corrupción] en internet, recibió un requerimiento [de las autoridades penitenciarias rusas] y después, cuando regresó a Rusia, quería ser arrestado, ¿qué podemos hacer nosotros?».
Llegado a ese punto, Putin empezó a disparar en todas direcciones, culpando a los periodistas y presentando a Navalny como un agente extranjero. Acusó a los medios de tener una «cobertura sesgada» y empezó a criticar a EEUU por señalar a Rusia como su «enemigo» y respaldar a la vez a «organizaciones opositoras en Rusia» que ayudan a implementar «las políticas de Washington en nuestro territorio» y por lo tanto serían enemigos de Rusia. Putin advirtió que ante esto, «aplicaremos la ley».
El asunto de la represión a la oposición estaba en la agenda del presidente de EEUU, pero no estaba claro con qué intensidad sería puesto de manifiesto en la cumbre.
Putin confirmó que «el presidente Biden tocó el tema de derechos humanos y nosotros le escuchamos», y respondió criticando «que Guantánamo sigue existiendo y también las cárceles secretas de la CIA por todo el mundo». «¿Así se defienden los derechos humanos?», se preguntó retóricamente el líder ruso.
El líder ruso zanjó que «no hay nada que discutir sobre la posible membresía de Ucrania en la OTAN».
También acusó a Kiev de violar el acuerdo de paz para detener un conflicto entre las fuerzas gubernamentales ucranianas y los separatistas prorrusos en el este de Ucrania.
Con información de El Mundo / Foto: EFE