México.- El Charro de Huentitán tiene programada una fiesta en su rancho en compañía de sus amigos y familiares con los que ha compartido su vida.
Como bien lo dijo en muchas de sus presentaciones: “Mientras usted no deje de aplaudir, su Chente no deja de cantar”, pero pareciera que no solo es el público el que le alimenta el alma y el espíritu a Vicente Fernández, es la misma vida la que lo mantiene ocupado y haciendo diferentes proyectos. A sus 80 años -los cuales cumple hoy- don Chente tiene muchas cosas que disfrutar.
Con una gran fiesta en el rancho de su propiedad Los Tres Potrillos, Vicente Fernández recibirá a sus amigos y familiares para celebrar, evento con el que culmina días de fiesta y el lanzamiento de un nuevo proyecto.
Comenzaron las celebraciones con el Campeonato Charro VFG VIP 2020 en el lienzo charro del rancho del cantante. Fue durante este evento que el intérprete lanzó un nuevo tequila que lleva el mismo nombre del rancho: Los tres potrillos. Este producto, al cual se le atribuye la producción a la destiladora Santa Virginia, fue presentado por el mismo Fernández a los medios de comunicación que estaban cubriendo el campeonato y planea que las dos presentaciones -añejo y extra añejo cristalino- saldrá a la venta al público en abril de este año.
Al cantante consolidado como el máximo representante de la música ranchera, la vida le ha aplaudido hasta el cansancio: dos Grammy, ocho Grammy latino, 14 premios Lo Nuestro, una estrella en el Paseo de la fama en Hollywood y más de 75 millones de discos vendidos son solo algunos de los logros que se ha anotado durante su vida.
Pero su historia no siempre fue así. Vicente Fernández, El Charro de Huentitán, Chente, o como prefiera llamarlo la gente es, sin lugar a dudas la última leyenda viva de la música vernácula del país que llega a su octava década de vida.
Huentitán El Alto, Jalisco, fue el lugar que vio nacer a Vicente Fernández el 17 de febrero de 1940 dentro de una familia humilde que tuvo que luchar para salir adelante en una época en donde el desarrollo del campo iba de manera lenta
A la edad de 14 años, Chente ya sabía que la música era su pasión. Luego de participar en un concurso y ganarlo, en Guadalajara, empezó a transitar en restaurantes y bares, cantando de forma amateur. Poco a poco, se posicionó como el rey de la música ranchera y comenzó a abrirse camino participando en programas radiofónicos como Amanecer Tapatío haciendo crecer su popularidad y con esto las ganas de seguir conquistando al público.
Fue así cuando Vicente decidió dejar su estado natal y buscar suerte en la Ciudad de México donde poco a poco se fue dando a conocer y donde también sufrió los rechazos de las compañías disqueras de la época que no querían arriesgarse a firmar a los nuevos talentos que estaban emergiendo.
Fue en 1966 cuando canciones como Tu camino y el mío, Perdóname y Cantina de barrio se convirtieron en éxitos y marcaron el inicio de una exitosa carrera en la música.
Tan solo 10 años después Chente se había convertido en una artista que ofrecía presentaciones masivas en donde el tema Volver, volver, de Fernando Z. Maldonado, se convirtió en una de las favoritas del género y de la gente.
En la voz potente de Vicente Fernández, la canción rompió todos los récords de venta; grupos y cantantes de México y otras partes del mundo hicieron suya la pieza, que se convirtió en emblema de la música regional.
A partir de entonces, Fernández se convierte en estrella internacional. En la década de los noventa, graba los que serían tal vez sus discos más representativos: Aunque me duela el alma (1995) y Me voy a quitar de en medio (1998).
Otro brazo importante en su carrera fue el cine. Fernández ha participado en más de 30 películas, que si bien no tuvieron el mismo éxito que sus canciones y sus discos, si le dieron la oportunidad de hacer promoción a sus trabajos discográficos a través de éstas. Ejemplo de ello son La ley del monte y El rey, cintas que se hicieron cuando las canciones estaban en la cúspide de popularidad.
Por si quedaba duda de la importancia de Vicente Fernández, como emblema inmortal de la música ranchera, fue incluido en el Salón de la Fama de la revista Billboard, en 2016.
Recientemente, el cantante dio a conocer que tenía grabados 20 álbumes con material inédito, que irán presentando en los años siguientes. Fernández dijo al respecto: “Tengo más de 100 álbumes en el mercado y he grabado más de 300 canciones que aún no se han dado a conocer. Mi vicio es cantar”.
Ha tenido problemas de salud de la próstata, en 2002, y diez años después del hígado, los cuales ha ido superando.
Con 80 años y prácticamente retirado de los conciertos, don Chente deja un legado casi imposible de superar. Su hijo, Alejandro Fernández, y sus nietos y nietas, que también son intérpretes, han consolidado la dinastía, sin embargo la voz y presencia del charro del bigote tupido, es insustituible. (Con información de Notimex)
Muerde su pastel
Dentro de las actividades del Campeonato Charro, que se lleva a cabo en el Rancho Los 3 potrillos, en Guadalajara, el público le llevó un pastel a Vicente Fernández.
El artista disfrutó las muestras de cariño, por lo que, ante los gritos de “mordida, mordida” no se hizo del rogar. Además de que los asistentes le cantaron Las Mañanitas.
Chente pidió un micrófono y les agradeció como sabe hacerlo, cantando. Les interpretó tres canciones ante la ovación del público y los abrazos y besos de sus nietas.
Con información de Excélsior.