Moscú, Rusia.- El gobierno ruso rindió este jueves un homenaje póstumo a su embajador asesinado en Ankara, Turquía; crimen que se atribuye a un predicador turco, aunque Moscú considera que es pronto para identificar a los autores intelectuales del asesinato.
El féretro de Andrei Karlov, repatriado el martes a Rusia, está expuesto desde primera hora de la mañana en el vestíbulo del ministerio ruso de Relaciones Exteriores, al lado de una bandera rusa y rodeado de la Guardia de Honor.
El presidente, Vladimir Putin; el primer ministro, Dimitri Medvedev; el ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, y el conjunto de la élite política acudieron a depositar flores en el ataúd de Karlov.
El diplomático, de 62 años, “fue víctima de un acto terrorista cobarde y terrible”, mientras ejercía su deber profesional, declaró Lavrov ante la esposa y el hijo del embajador asesinado en Turquía.
Putin concedió el miércoles el título de héroe de Rusia a Karlov a título póstumo por su “valentía” y su “gran contribución” a la política extranjera rusa.
El mandatario asistirá este jueves a una misa en la catedral de Cristo Salvador en Moscú.
“Un acto de provocación”
El asesinato del diplomático por un policía turco en una galería de arte el lunes en Ankara fue denunciado por Rusia y Turquía como una “provocación” destinada a minar las relaciones que ambos países están restableciendo tras casi un año de crisis.
Los dos países están en lados opuestos en la guerra de Siria: Rusia apoya al régimen de Bashar al Asad y Turquía, a los rebeldes que luchan contra él.
Ante las cámaras, Mevlüt Mert Altintas, un agente de policía de 22 años, disparó nueve balas al embajador Karlov, y luego fue abatido tras gritar “¡Allah Akbar!” (Dios es grande) y afirmar que quería vengar la tragedia de la ciudad siria de Alepo.
A pesar de esas declaraciones, que parecen vincular el asesinato a la situación en Siria, los investigadores turcos siguen la pista del movimiento de Fethullah Gulen, bestia negra del presidente Recep Tayyip Erdogan, que lo acusa de haber urdido el fallido golpe de Estado de julio.
El policía era “un miembro de la organización terrorista FETO (acrónimo que designa al movimiento de Gulen), no hace falta disimularlo”, declaró el miércoles Erdogan durante una rueda de prensa en Ankara.
El portavoz del Kremlin Dimitri Peskov dijo, por su parte, que no había que “sacar conclusiones apresuradas” y pidió “esperar a los resultados del trabajo de los investigadores”.
Hecho inédito, Turquía aceptó la participación en la investigación de 18 policías, agentes de los servicios secretos y diplomáticos rusos.
Información de AFP