México. – El tráfico de migrantes centroamericanos hacia Estados Unidos genera ganancias multimillonarias tanto a organizaciones criminales como a agrupaciones menores dedicadas a explotar a las familias que huyen en busca de asilo, reveló una investigación de la organización Corporación Rand.
Las organizaciones criminales transnacionales (o TCO, por sus siglas en inglés) cobran a los migrantes una especie de impuesto por permitirles pasar o entrar a territorios a lo largo de su camino a Estados Unidos, agregó el documento del que este diario posee una copia. Rand calculó que ese derecho de paso fluctúa entre 30 y 180 millones de dólares anuales.
El estudio, titulado El Tráfico de Personas y los Ingresos Asociados: ¿Qué Sabemos o qué Podemos Saber sobre las Rutas de América Central a los Estados Unidos?, fue solicitado por el Departamento de Seguridad Interior (HSD) y se presentó al público ayer. Los resultados encontrados podrían reforzar la idea de que la Casa Blanca criminaliza a indocumentados. Victoria Greenfield, economista de la organización, explicó sobre el amplio margen de cifras de ganancias y cobros.
“Descubrimos que el contrabando de personas involucra muchos tipos diferentes de actores con ingresos para organizaciones criminales y otros actores, incluidos operadores independientes, que participan en el contrabando de personas”, dijo la experta.
Según el reporte, las TCO no son los principales involucrados en explotar el tráfico de migrantes centroamericanos, sino toda la estructura de organizaciones y grupos que controlan el flujo de migrantes.
“El estudio sugiere que el tráfico de personas involucra muchos otros tipos de actores que a menudo operan de manera independiente”, según el texto.
De acuerdo con el documento, las TCO son “entidades criminales que se perpetúan, que desafían el estado de derecho y representan una amenaza potencial para la seguridad nacional”. Al desplazarse de Centroamérica a Estados Unidos, los migrantes pagan por pasar y contratan a traficantes.
Con información de Excélsior.