México, DF.- Aguirre deja un estado sumido en el caos por las protestas y la quema de edificios públicos, y en la incertidumbre por la imposibilidad de los gobiernos de dar con el paradero de los normalistas desaparecidos.
De acuerdo con lo publica en el Siglo de Torreón, en su mensaje ayer, el político del Partido de la Revolución Democrática (PRD) anunció su separación del cargo para «favorecer a un clima político» que permita resolver la emergencia.
«La prioridad debe ser continuar con la búsqueda de los jóvenes desaparecidos y garantizar que los responsables de estas graves violaciones de los derechos humanos sean castigados», dijo Aguirre.
El Congreso de Guerrero deberá elegir a la persona que continuará al frente del gobierno estatal hasta que concluya el mandato constitucional en octubre de 2015.
La salida de Aguirre era una de las principales demandas de los familiares de los 43 alumnos de la Escuela Normal de Ayotzinapa y de sus compañeros que han protagonizado numerosas protestas para exigir el regreso a casa de los jóvenes.
En los últimos días, las movilizaciones en las que también participan miles de maestros se han radicalizado con ataques a las oficinas del gobierno estatal, del Congreso, de las instalaciones del PRD y de las alcaldías de Chilpancingo e Iguala.
El anuncio de Aguirre se produce un día después de que se conociera que el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, también del PRD, ordenó atacar a los estudiantes de Ayotzinapa la noche del 26 de septiembre, en la que también murieron seis personas y 25 resultaron heridas.
Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, recibían cada mes elevadas sumas de dinero del cártel de los Guerreros Unidos, cuyos integrantes fueron los encargados de hacer desaparecer a los jóvenes en un cerro de Iguala, según se desprende de la principal línea de investigación que sigue la Procuraduría General de la República.
En una reunión que sostuvo ayer con el cura Alejandro Solalinde, defensor de los Derechos Humanos, el procurador Jesús Murillo Karam se comprometió a usar «tecnología de punta» para encontrar a los normalistas.
Por su parte, el presidente Enrique Peña Nieto dijo que «hace suyo el sentimiento de indignación» de la sociedad por la desaparición de los 43 estudiantes, aunque condenó los hechos violentos que se han producido.
Fuente: Siglo de Torreón
