Ciudad de México.- La Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) exigirá al Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, que junto con la abrogación de la reforma educativa desaparezca el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
El organismo autónomo se creó en el 2002 durante el sexenio del ex Presidente Vicente Fox y entre sus funciones está evaluar la calidad, el desempeño y los resultados del Sistema Educativo Nacional en educación básica y media superior de escuelas públicas y privadas del País.
En una reunión que realizaron el pasado fin de semana, líderes disidentes de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán, Veracruz, Estado de México y Ciudad de México acordaron impulsar esta demanda.
«La evaluación punitiva no es el único elemento contrario a la educación pública. Un acuerdo nacional para recuperar el proceso cultural de educación necesario para los mexicanos y mexicanas debe abrogar la reforma educativa de manera completa.
«Esto se logra abrogando la matriz constitucional de la reforma educativa, sus leyes secundarias y todos sus componentes: Instituto Nacional de Evaluación Educativa, Servicio Profesional Docente, Nuevo Modelo Educativo, Reforma en Normales, Autonomía de Gestión, SIGED, Fone, Escuelas al Centro, Escuelas al CIEN, Escuelas de Tiempo Completo», publicó hoy la Coordinadora.
En el escrito que denominaron «Manifiesto a la Nación», el magisterio disidente demandó eliminar el Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (Fone), por medio del cual el Gobierno federal, a través de la Secretaría de Hacienda, centralizó desde el 2014 el pago de nómina de los trabajadores de la educación federalizados.
El documento, que resultó de Asamblea Nacional Representativa que se realizó el sábado en las instalaciones de la Sección 9 de la Ciudad de México, los profesores también exigen desaparecer el Sistema de Información y Gestión Educativa (Siged), en el que se concentra el registro de alumnos, maestros y escuelas del País.
En el texto, también se exigió que la próxima Administración federal repare los daños, resuelva las consecuencias y costos provocados por la aplicación de la ley educativa.
Los maestros pidieron resolver los problemas relacionados con víctimas, presos políticos, cesados, órdenes de aprehensión, suspensión de pagos y retención de cuotas.
«Justicia a las masacres del sexenio, Iguala, Nochixtlán, Arantepacua. Castigo a los responsables y justicia para los agraviados. Presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa y libertad a los presos políticos y de conciencia», expresaron.
Otras de sus exigencias es que se respete la autonomía sindical y reconocer las representaciones sindicales de los trabajadores de la educación de la CNTE.
Así como mantener una interlocución permanente con el Presidente electo.
«De manera formal demandamos al Gobierno electo un diálogo serio, directo e inmediato, que genere las condiciones y los cimientos para debatir los distintos temas de la agenda nacional que tienen que ver con la educación pública y con una verdadera transformación educativa».
En el manifiesto, los inconformes reconocen que en el pasado proceso electoral el pueblo trasladó su descontento a las urnas y demostró su hartazgo ante las políticas de los Gobiernos federales del PRI y PAN.
«El pueblo ha decidido que Andrés Manuel López Obrador sea el encargado de dirigir la limpieza de toda la estulticia que los Gobiernos neoliberales han dejado en nuestro País», afirmaron.
En su pronunciamiento, la Coordinadora se dijo comprometida con los derechos de la población y su aspiración de transformación social.
Con información de Reforma