MUNDO.- El futuro de Twitter parecía pender de un hilo el viernes después de que sus oficinas fueron cerradas y empleados clave renunciaron en desafío a un ultimátum del nuevo propietario el magnate Elon Musk.
Según exempleados y varios medios estadounidenses, cientos de empleados respondieron «no» al ultimátum del nuevo dueño y jefe, quien les había dado a elegir entre trabajar incansablemente «para construir un Twitter 2.0 revolucionario» o irse con tres meses de salario.
Musk, también patrón de Tesla y SpaceX, está bajo fuego desde que asumió la conducción de Twitter al comprarla en 44.000 millones de dólares.
La mitad de los 7.500 empleados del grupo californiano fueron despedidos hace dos semanas y al menos otros 700 ya habían dimitido en el verano boreal, incluso antes de estar seguros de que la operación de compra-venta se concretaría.
«Mis amigos se han ido, se avecina una tormenta y no hay ningún incentivo económico. ¿Qué harías?», tuiteó Peter Clowes un ingeniero que rechazó el ultimátum de Musk.
Los intentos del magnate de renovar la verificación de usuarios con un polémico servicio de suscripción generaron muchas cuentas falsas y bromas, y provocaron que los principales anunciantes se alejaran de la plataforma.
El viernes Musk pareció seguir adelante con sus planes y restableció cuentas previamente prohibidas, salvo la del expresidente Donald Trump, que fue bloqueada tras el asalto al Capitolio en 2021.
«La decisión sobre Trump no fue tomada aún», dijo Musk, el hombre más rico del mundo.
«¿Qué debería hacer Twitter ahora?», tuiteó Elon Musk el viernes.
Desde que tomó las riendas de Twitter, el magnate ha movilizó equipos día y noche en proyectos polémicos que han tenido que aplazarse, lanzó un plan social masivo antes de tener que volver a llamar a personas imprescindibles e hizo promesas a los anunciantes al tiempo que los amenazaba.
El jueves por la noche, muchos usuarios de la red social, incluidos excolaboradores, periodistas y analistas, se preguntaron si el fin de Twitter estaría cerca.
El magnate tuiteó a su vez el conocido meme de un actor posando sobre una tumba. Tanto el hombre como la lápida estaban cubiertos con el pájaro azul logotipo de Twitter. La publicación recibió más de un millón de «me gusta».
En un tuit posterior, enviado el viernes, señaló: «Números récord de usuarios están iniciando sesión para ver si Twitter está muerto, ¡irónicamente, haciéndolo más vivo que nunca!».
El jueves por la tarde, Twitter advirtió a todos los empleados que los edificios de la empresa estaban temporalmente cerrados e inaccesibles, incluso para el ingreso con tarjeta identificatoria, según un memorando interno divulgado por varios medios estadounidenses.
Por la noche, se proyectaron mensajes anti Elon Musk en la fachada de la sede de la compañía en San Francisco, justo al lado del logotipo, incluidos «Elon Musk, cállate», «Frenar al Twitter tóxico» o «Adelante hacia la quiebra», según fotos de Gia Vang, reportera de la NBC local.
Decenas de empleados de la red social se reunieron el jueves por la noche en «Spaces», las salas de audio de la plataforma, para apoyarse mutuamente y contar anécdotas.
Los empleados que optaron por quedarse hablaron de su apego inquebrantable a la empresa y su deseo de verla sobrevivir e incluso renacer.
«Bravo a todos los trabajadores de Twitter. Han construido un lugar vital de conexión y se merecen algo mucho mejor. (…) Gracias», tuiteó la legisladora demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, indicando al pasar dónde podían encontrarla en otras plataformas, si Twitter cerrara.
Otros legisladores y reguladores manifestaron su preocupación por la posibilidad de que la capacidad del servicio para moderar contenido se vea comprometida.
Senadores estadounidenses advirtieron que los planes de Elon Musk «socavan la integridad y seguridad de la plataforma».
El multimillonario «no podrá hacer lo que quiera» en Europa, subrayó el viernes el francés Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior, en la radio Franceinfo.
«Él sabe cuáles son las condiciones para seguir operando Twitter en Europa», añadió, insistiendo en la necesidad de reclutar más moderadores en lugar de despedirlos.
Con información de AFP