CIUDAD DE MÉXICO.- Hoy se conmemora el Día Nacional de Labio y Paladar Hendido.
A sus 12 años Belén lleva 12 cirugías. Nació con labio leporino y paladar hendido.
«A los dos meses los doctores dijeron que no iba a hablar, que no iba a caminar, que iba a ser como un vegetal, que iba a tener convulsiones», contó María del Rosario Hernández, mamá de Belén.
«Dijo que ni con cirugías, medicamentos ni por obra del Espíritu Santo ella iba a salir adelante».
Esta pequeña lleva el 40 por ciento de su tratamiento. Todavía le falta más de la mitad de sus cirugías, pero tiene grandes sueños.
Asegura que le gustaría ser cantante.
«Por que me gusta mucho la música», comentó en entrevista con Paola Rojas.
Aunque le va bien en la escuela dijo que le gustaría que algunos compañeros la trataran mejor.
Los padres de los pacientes dicen que ha sido un camino largo, años de asistir a citas, terapias, viajes.
«Las consultas eran cada 15 días, cada ocho días. Me la vivía aquí en el hospital cuando ella estaba más chiquita», comentó Sandra García, madre de otra paciente.
En la Clínica de Labio y Paladar Hendido del Hospital «Manuel Gea González» se atienden alrededor de 40 pacientes diariamente.
Por lo general son menores de bajos recursos de diferentes partes del país.
«Lo importante es captarlos muchas veces desde el embarazo, porque los papás están asustados. Algunos es la primera vez que tienen contacto con labio y paladar hendido, entonces para tranquilizarlos darles las técnicas de lactancia y todo para el nacimiento», asegura el Dr. Rogelio Martínez Wagner, jefe de la Clínica de Labio y Paladar Hendido del Hospital «Manuel Gea González».
«Y lo importante es captar a esos pacientes desde el nacimiento, porque empiezan con el tratamiento de ortodoncia a los días del nacimiento. Eso nos ayuda a la fisura, que es el espacio que tienen, se vaya haciendo más pequeño y eso favorece los resultados tanto quirúrgicos como estéticos», agregó.
Una vez que llegan son atendidos por especialistas de diferentes áreas como ortodoncia, foniatría, otorrinología y atención psicológica, entre otras.
«Es muy importante que hablen bien, que tengan el lenguaje bien, ya que si no en la escuela son motivo de molestarlos, de tener cierta en la misma familia de burlas, y esto emocionalmente les afecta muchísimo», indicó la Dra. Carmeluza Patiño, foniatra.
Finalmente en la adolescencia es cuando termina el tratamiento.
«Ha sido, en pocas palabras, maravilloso porque he visto mi evolución desde pequeño», comentó Efraín Hernández, paciente.
Alexandra Cuevas Palma es otra pequeña que padece esta condición. En entrevista con Paola Rojas dijo que trabaja mucho con los médicos, para aprender a hablar mejor.
Sonia Palma, mamá de Alexandra, dijo que es mucho el tiempo que dedica a su hija para que vaya a sus citas.
«Pero para ella el tiempo necesario», agregó.
Con información y fotos de Noticieros Televisa