MUNDO.- El líder opositor ruso, Alexéi Navalni, que cumple casi 30 años de cárcel, se encuentra en paradero desconocido desde hace una semana, por lo que sus colaboradores creen que el Kremlin quiere silenciarlo trasladándolo a otra prisión lejos de Moscú.
«Séptimo día. No sabemos qué pasa con Navalni», escribió hoy el equipo del opositor en un escueto mensaje en su canal de Telegram.
Los servicios penitenciarios mantienen un riguroso silencio, por lo que los correligionarios de Navalni dentro y fuera de Rusia han iniciado una campaña para conocer la suerte del preso político más famoso de este país.
¿Dónde está Navalni?
Los colaboradores levantaron el lunes la voz de alarma de que éste ya no se encontraba en la prisión número 6 de la región de Vladímir, donde cumplía condena desde junio de 2022.
Navalni, que fue sentenciado en 2022 a 9 años de cárcel por diversos delitos económicos y en agosto pasado a 19 años por extremismo, aún tiene pendiente un caso por terrorismo.
Por ello, se esperaba que el opositor permaneciera en Vladímir, a menos de 200 kilómetros de Moscú, hasta el nuevo juicio.
Por el momento, se desconoce si el líder opositor será trasladado a una prisión en la parte europea de Rusia o a otra penitenciaría en Siberia.
Lo que es seguro es que antes de llegar al infierno, cualquier condenado en Rusia debe pasar antes por el purgatorio.
Debido a que los centros penitenciarios rusos se encuentran esparcidos por toda la geografía nacional, los presos deben recorrer a veces miles de kilómetros antes de recalar en lo que será su nuevo hogar.
Durante esa travesía de varias semanas, conocida como «etapirovanie» (traslado por etapas), los presos están totalmente incomunicados, limbo que ha sido calificado por Amnistía Internacional de «privación ilegal de la libertad».
El Kremlin, no sabe no contesta
Mientras, el Kremlin dijo hoy desconocer el paradero del opositor, cuyo nombre y apellidos nunca son mencionados por los altos funcionarios, cuyo enriquecimiento ilícito denunció Navalni.
«No, nosotros no tenemos ni intención ni posibilidad de conocer la suerte de los presos y los pormenores de su estancia en las correspondientes instituciones penitenciarias», dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria.
A su vez, tachó de «inadmisible» la injerencia de Estados Unidos en la situación de Navalni, de 47 años.
«Aquí estamos hablando sobre de un preso que fue declarado culpable en virtud de la ley y está cumpliendo la condena que se le dictó. Consideramos inadmisible e imposible cualquier injerencia, sea de quien sea, incluido Estados Unidos», señaló.
El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, adelantó que manifestará a Moscú su preocupación por el estado de Navalni.
Silenciar a la oposición
Sus aliados acusan al Kremlin de querer silenciarle justo después de que el presidente, Vladímir Putin, anunciara el pasado viernes su intención de presentarse a la reelección.
Además, Putin tiene intención este jueves de ofrecer su primera gran conferencia de prensa anual desde el comienzo de la guerra en Ucrania.
El pasado 7 de diciembre Navalni pidió desde la cárcel votar a cualquier candidato que no sea el jefe del Kremlin en las elecciones del 17 de marzo de 2024.
«Ese día llamamos a todos a acudir a las urnas y votar contra Vladímir Putin (…) «, escribió en su último mensaje en su canal de Telegram, en el que aseguró que la votación será un referéndum «para aprobar la guerra» del Kremlin en Ucrania.
Navalni también anunció la puesta en marcha de una página web (neputin.org) para recabar apoyos a la campaña «Rusia sin Putin». Un día después de su lanzamiento el sitio fue bloqueado.
«El futuro no pertenece a los cobardes. El futuro le pertenece a aquellos que, tras superar el miedo, luchan y creen en el victoria. Llamamos a la acción», proclamó.
Siberia, probable destino
La experiencia de lo ocurrido con otros famosos presos políticos rusos en los últimos 20 años sugiere que Navalni tiene muchas opciones de acabar con sus huesos en una prisión siberiana.
El otrora hombre más rico de este país, Mijaíl Jodorkovski, que desafió a Putin y fue condenado a una década en prisión, fue enviado en 2005 a una cárcel en Chitá, cerca de la frontera con Mongolia y a más de 6.000 kilómetros de Moscú.
En 2015 el ucraniano Oleg Sentsov fue condenado a 20 años de cárcel por supuestas acciones terroristas en la anexionada península de Crimea y trasladado primero a la región siberiana de Yakutia y después a un penal más allá del círculo polar.
Más recientemente, la ciudad de Jabarovsk en el Lejano Oriente ruso fue el lugar de destino del periodista y opositor Vladímir Kara-Murzá, condenado a 25 años por alta traición, entre otros delitos.
La excepción fue uno de los principales aliados de Navalni, Iliá Yashin, que fue traslado a la región de Smolensk, a menos de 400 kilómetros de la capital, tras recibir 8,5 años de cárcel.
Con información de EFE