Ciudad de México.- El tema para el Día Internacional de la Mujer de este año (8 de marzo), “Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio”, analiza las maneras en las que la innovación puede aliarse con la igualdad de género, impulsar inversiones en sistemas sociales sensibles al género y mejorar servicios públicos e infraestructuras que satisfagan las necesidades de mujeres y niñas.
La tecnología y la innovación tienen un papel fundamental en nuestras vidas diarias, por lo que es difícil imaginarse el desarrollo del siglo XXI sin ellas.
“La innovación está cambiando y reconfigurando la forma en la que las personas viven en todas partes del mundo por lo que debemos actuar deliberadamente sobre su uso para impactar de manera positiva la vida de las mujeres y las niñas”, dijo la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka.
“La innovación es un componente clave para el desarrollo, una necesidad básica para quienes viven en la pobreza y un habilitador de derechos. Las mujeres y las niñas deben tener oportunidades de contribuir tanto al diseño como a la ejecución de soluciones que afectan sus vidas. Ellas están más que listas para hacerlo”.
Con poco más de una década restante para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluido el Objetivo 5 relativo a la igualdad de género, todas las indicaciones apuntan a que al ritmo actual de cambio, se necesitará la asombrosa cifra de 108 años para cerrar la brecha de género mundial y de 202 años para lograr la paridad de género económica.
Según datos de investigación:
• 740 millones de mujeres actualmente se ganan el sustento en la economía informal con un acceso limitado a la protección social, los servicios públicos y la infraestructura que podrían aumentar su productividad y seguridad de ingresos.
• Las mujeres realizan 2,6 veces más trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que los hombres; además, a nivel mundial sólo el 41 por ciento de las madres con bebés recién nacidos recibe prestaciones de maternidad.
• La probabilidad es de que una de cada tres mujeres se enfrente a la violencia a lo largo de su vida, y, sin embargo, los servicios públicos, la planificación urbanística y las redes de transporte raramente se diseñan teniendo en cuenta la seguridad y la movilidad de las mujeres.
Para satisfacer las necesidades de las mujeres y de las personas más marginadas en la base de la pirámide social, los servicios públicos, la infraestructura y la protección social requieren enfoques innovadores para aumentar la calidad y la asequibilidad de las usuarias y los usuarios, abordar las limitaciones a las que se enfrentan las mujeres cuando acceden a dichos servicios como consecuencia de la mayor carga que soportan en cuanto a tareas domésticas y trabajo de cuidados no remunerado, y garantizar que las mujeres puedan obtener fácilmente la información y los recursos que necesitan para aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías.
Asimismo, las mujeres y las niñas también deben poder expresarse respecto a la forma que adoptan las innovaciones, a fin de que puedan beneficiarse genuinamente y contribuir al cambio real.
Con información de ONU Mujeres.