Foto: MÉXICO.- Hace días se difundió un video que muestra un simulacro de balacera en una primaria de Guaymas, Sonora, organizado por un profesor.
Muestra a estudiantes de primaria en lo que podría ser la hora del recreo. Estaban en el patio cuando se escucharon presuntas detonaciones de arma.
La imagen, que se hizo viral en redes sociales, generó polémica.
La Secretaría de Educación y Cultura de Sonora condenó el ejercicio y anunció que emitiría medidas de apercibimiento contra el profesor, porque no se apegaba a los protocolos establecidos.
Sin embargo, para varios maestros de educación básica y padres de familia este tipo de simulacros tienen sentido.
Y es que días después de este ejercicio, el 20 de octubre, estudiantes de una primaria en Empalme, Sonora, tuvieron que tirarse al suelo, pero esta vez no se trataba de un simulacro, sino de un tiroteo real cerca de la escuela.
La práctica de simulacros de balaceras para menores de edad se ha vuelto una constante. En agosto pasado, un curso de verano contempló esta actividad para niños de Fresnillo, Zacatecas.
De acuerdo con el organizador de este curso de verano no se trata de normalizar la violencia en los menores de edad, sino de enseñarles a actuar ante este tipo de eventos.
«Esta experiencia de educar para el caos, de educar para la tragedia, no es algo que estaba en los proyectos de vida, sin embargo, es una realidad. México necesita trabajar a conciencia y prevenir a los niños. Esta capacidad de defender la vida, básicamente», dijo el doctor en educación y terapeuta, Rodolfo Lozano, en entrevista con Paola Rojas.
Para dotar a los menores de herramientas y que sepan actuar ante una situación de riesgo, sin que vivan con miedo, el experto dijo:
«Hay que hablar con los niños, los maestros y los padres, y decirles: ‘es importante que sepas que vives en un país donde ocurren estas cosas, algunas personas disparan, algunas personas lastiman, cuando eso ocurra, tú tienes que hacer esto’. Hasta ahí. No hay que llenarlos de información donde estemos hablando de sangre, de destrucción, de muerte».
Agregó que lo más importante es que los padres rescaten el bien y lo bueno.
«Cuando un padre sabe lo que tiene que hacer y considera lo lindo de la vida y le dice a su hijo: ‘eso que estás viendo es valioso, aprende, esto es lo que tiene que hacer’ (…) cuando la información auditiva y visual ingresa a la conciencia del niño por la voz del padre, que es autoridad moral máxima, queda para siempre».
«En el imaginario del niño todo mensaje es vivido siete veces más. Entonces, si tú le dices a un niño ‘es peligroso’ (…) siete veces se lo has dicho y si eso se lo dices todo el día le estás diciendo al niño todo el día una experiencia terrible. Hay que llenarlo de experiencias de bien», agregó el experto.
Con información de N+ / «Al aire con Paola» / Arely Melo
