CIUDAD DE MÉXICO — El Parque Tezozómoc, al norte de la capital mexicana, es una recreación a escala del Valle de México en la época prehispánica. Para su creación, al arquitecto y paisajista, Mario Schjetnan, líder del despacho GDU, retomó la antigua topografía y los cuerpos de agua que existían durante la época prehispánica.
De esta manera, su lago central tiene la forma del extinto lago de Texcoco y en torno a él confluyen las actividades del parque que a 35 años de su inauguración es un referente ecológico y de recreación al norte de la ciudad.
Hace unos días, se inauguró una chinampa en el Parque Tezozómoc que muestra el modelo de siembra mexica; el parque es una recreación del Valle de México. La vegetación sembrada en el lugar simula la existente en el siglo XV.
La chinampa es parte del plan de modernización del parque, el cual fue elaborado también por el arquitecto Mario Schjetnan, quien también diseño el Parque Bicentario, la remodelación del Bosque de Chapultepec y el parque La Mexicana, galardonado por Obras el 8 de agosto pasado como Obra del Año 2018.
La chinampa tiene una extensión de 17 metros con una profundidad de siembra de 40 centímetros y hasta 1.2 metros de profundidad en el lago. Se construyó con la técnica tradicional, es decir, en un terreno de poca extensión construido sobre un lago mediante la superposición de una capa de piedra, otra de cañas y otra de tierra, en el que se cultivan verduras y flores.
En la chinampa del Tezozómoc se muestra como los mexicas fueron capaces de «ganar espacio» al lago y de esta manera aprovechar el agua para mantener las tierras siempre húmedas sin necesidad de riego.
La infraestructura y la vegetación no son la única muestra del acontecer prehispánico en el parque. También hay ajolotes, especie de anfibio endémico del sistema lacustre del Valle de México, además de proyectos de conservación de abejas meliponas.
El parque fue edificado sobre la antigua Hacienda El Rosario, su lago principal se rellenó con el agua sobrante de la planta de tratamiento de la Unidad Habitacional El Rosario.
Desde su inauguración, el lugar ha sido un punto de recreación para los habitantes de Azcapotzalco y de municipios vecinos como Tlalnepantla. Ha permitido que los habitantes de los barrios cercanos disfruten de un espacio amplío y verde en medio de una zona que es predominantemente industrial.
Con información de Expansión