MÉXICO.- Los ataques con ácido en México son cada vez más frecuentes.
La Fundación Carmen Sánchez, la primera organización que da apoyo y asesoría a mujeres atacadas con ácido, contabiliza hasta ahora 33 mujeres violentadas, aunque la cifra podría ser mayor.
Más del 60 por ciento de ellas no denuncia por temor a sus agresores, que la mayoría de las veces son exparejas. Hay casos que, incluso, han sido atacadas en la vía pública por lo que no saben a quien acusar.
Nancy Karina fue atacada hace dos años mientras cruzaba la calle.
«Sí pusimos una denuncia, pero pues como tal no hay responsable (…) ¿No tienes ni idea de quién fue? No, porque iba bien cubierto, traía gorra, la chamarra (…) no lo alcance a reconocer (…) ¿Un exnovio, una expareja? Mis sospechas están como que un 50, 50 a que sí fue mi última pareja».
Además de darles acompañamiento en distintos rubros, gracias a la Fundación Carmen Sánchez ocho mujeres reciben los tratamientos dermatológicos que les ofrece de manera gratuita la doctora Isela Méndez en su clínica, desde hace tres años.
«Los tratamientos de dermatología no solo son tratamientos estéticos, a nosotras nos ayuda muchísimo a recuperar parte de la identidad que nos arrebataron, nos sentimos más seguras», dijo Carmen Sánchez, presidenta de la fundación.
Hace apenas unas semanas, la doctora Méndez recibió a dos mujeres que fueron violentadas con ácido hace poco más de 30 años. Son las víctimas más antiguas de las que se tenga reporte.
Hace 22 años, el que fuera esposo de Elisa le arrojó ácido mientras estaba atada a un poste.
«Es claro que las mujeres que hemos sufrido un ataque con ácido nunca vamos a llevar una vida normal, van a quedar secuelas, pero bueno, llevar una calidad de vida diferente a la que he tenido pues me emocionó mucho», señaló Elisa Xolalpa.
La doctora Méndez explica que aun cuando ha sido difícil tratar esta piel tan lastimada, aún es posible mejorar su aspecto y la calidad de vida de estas mujeres.
«Podemos seguirlas ayudando para mejorar los arcos de movimiento, la extensión y su imagen para que se sientan más seguras», comentó Isela Méndez Vaca, dermatóloga.
Para ellas aún hay un largo camino por recorrer. Su lucha en conjunto ha logrado por lo pronto que la Comisión de Justicia del Senado aprobara en marzo un proyecto para reformar el Código Penal Federal para tipificar como delito los ataques con ácido y sustancias químicas en contra de mujeres.
La iniciativa será analizada y votada en el próximo periodo de sesiones.
Elisa, víctima de violencia ácida
Elisa es de un poblado en Xochimilco y se dedica a la siembra de plantas ornamentales. Cuando tenía 18 años, su exesposo le arrojó ácido luego de atarla a un poste. Lo denunció ante las autoridades, pero extraviaron su expediente en 2001. Después de todos estos años, él la volvió a buscar para amenazarla y ella lo denunció por segunda vez.
El año pasado lo aprehendieron por violencia familiar, pero ella quiere que las autoridades repongan su primera denuncia por tentativa de homicidio.
«Él quiso asesinarme (…) Ahora estoy en lucha, pidiendo a la fiscalía que reponga un proceso de una violencia tan letal, tan extrema. No sé si en ese tiempo hubo actos de corrupción, pero sí sé que en esta administración está en sus manos dejar un precedente de una justicia que merezco».
Elisa contó que, cuando fue atacada, la comunidad la responsabilizó. Dice que fue víctima del machismo.
«Todas las mujeres que hemos estado expuestas a violencia siempre somos a las que nos recargan la responsabilidad. Siempre se nos estigmatiza a las mujeres. Nosotros somos las responsables de estas agresiones, cuando el que efectúa es el único responsable».
«Estos hombres nos dejan marcadas para toda la vida. Yo creo que lo mínimo que necesitamos nosotras las mujeres que hemos vivido un ataque son sentencias justas y garantías de no repetición», agregó Elisa.
Con información de N+ / «Al aire con Paola» / Karina Cuevas