MÉXICO.- Por aire, tierra o mar, son las Fuerzas Armadas Mexicanas dispuestas siempre a servir.
Y cuando este servicio se duplica, es decir, se actúa por binomios caninos, humano y perro, la ayuda resulta siempre satisfactoria.
En septiembre de 2017 sus ladridos significaban siempre esperanza, abriéndose paso en medio del caos por los trabajos para localizar a más sobrevivientes entre los escombros que había dejado el terremoto.
Y hace unos días, ‘Max’, una hembra de raza Bloodhound, participó en la detención de una de las personas más buscadas: Rafael Caro Quintero. ‘Max’ localizó a Caro Quintero entre matorrales, luego de un operativo de inteligencia.
Son los perros especializados en búsqueda y rescate de humanos, nacieron dentro de las Fuerzas Armadas Mexicanas.
En el Estado de México se encuentra el Centro de Reproducción Canina del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, donde nacen y pasan sus primeros meses de vida los perros que ayudarán en un futuro a la detección de narcóticos, explosivos, rescate y búsqueda de personas.
En este centro cada año nacen varios ejemplares que después servirán al país. Durante todo el proceso de monta y gestación, las hembras son monitoreadas y cuidadas con el propósito de vigilar siempre su salud.
Estos cachorros son entrenados a partir de los tres meses, pero primero socializan con su futuro manejador.
Además de cariño, porque son considerados parte fundamental de las filas de las Fuerzas Armadas, estos perros reciben entrenamientos específicos por ejemplo pistas con diversas texturas como grava, vitropiso, rampas.
Todos los entrenamientos y, en un futuro, el trabajo de los perros están enfocados siempre en el juego y en la recompensa por hacerlo.
Son ‘Max’, ‘Frida’, ‘Eros’, ‘Eska’ y otros más, reconocidos como héroes caninos por su labor y aportaciones para México.
Con información de N+ / «Al aire con Paola» / Arely Melo