MÉXICO: Poco antes de las 10 de la mañana, vestido de pantalón gris, saco azul, corbata obscura y zapatos color café, el exdirector de Pemex, Emilio «L» entró caminando al estacionamiento de los juzgados federales del Reclusorio Norte, entre gran cantidad de reporteros.
Al pasar la reja del estacionamiento, tropezó y casi cae.
Cargaba dos portafolios. Acompañado por su madre, la señora Margarita «A» y sus abogados, ingresó al edificio del Centro de Justicia Federal.
Antes de entrar a la sala 1, de juicios orales, un elemento de la Guardia Nacional lo revisó, le pidió a Emilio «L» que se colocara frente a la pared, que extendiera los brazos y abriera las piernas.
Durante la audiencia, su defensa legal solicitó al juez de control una prórroga de 60 días para analizar un supuesto documento procedente de Brasil, relacionado con una declaración que realizó el testigo, Luis Alberto de Meneses Weyll, ex director de Odebrecth México, ante las autoridades de ese país.
El Ministerio Público Federal sostuvo que ya no era necesario dicho documento y solicitó el cierre de la investigación complementaria.
Después de un debate, el juez determinó que los acusados, Emilio «L» y su mamá Margarita «A», tenían el derecho a una defensa, pero también dejó en claro que no permitiría una prórroga de más de 30 días, por lo que accedió a conceder un plazo de un mes, para que la Fiscalía haga lo posible para contar con ese documento y se lo traslade a la defensa del ex director de Pemex.
Por otra parte, el representante de la FGR solicitó cambiar las medidas cautelares y pidió la prisión preventiva justificada, con el argumento de que existía riesgo de fuga, pues el acusado tiene una cuenta de más de 2 millones de euros, en un banco de Europa, que podía utilizar un pasaporte falso y salir del país.
Acusó a Emilio «L» de tener poco de pudor procesal, por las imágenes que se publicaron en redes sociales, cuando fue captado cenando en restaurante de las Lomas de Chapultepec.
La Fiscalía lo acusó de obstaculizar el avance de su proceso legal, al pretender prorrogar por más tiempo el desarrollo de la audiencia.
Aseguró que la suma de la pena de los tres delitos por los cuales está acusado supera los 35 años de prisión y que, por ello, era necesario aplicarle una medida de cautela elevada.
Que desde un principio y hasta la fecha, no había mostrado interés en la reparación del daño, que supera los 7 millones de dólares.
Que el haber asistido a un restaurante en las Lomas, era una falta de respeto para la sociedad, el país y las instituciones.
Se trata dijo, el representante de Pemex, de un mensaje equívoco de que los imputados pueden obtener medidas flexibles.
La defensa ofreció, las escrituras de dos propiedades, que podrían ser utilizadas como garantía para la reparación del daño, pero esta propuesta fue rechazada por la Fiscalía General de la República.
El abogado del acusado pidió al juez de control, la prisión preventiva domiciliaria para el ex director de Pemex.
Emilio «L» dijo ante el juez que estaba colaborando con la fiscalía, que ha respetado las medidas cautelares que le impusieron y que existe un ambiente de persecución en su contra.
El juez de control, José Artemio Arteaga, reconoció que los delitos por los cuales están acusados sí necesitaban ser tomados en cuenta, pues la suma de las tres posibles penas máximas superaba los 30 años y por ello, dictó prisión preventiva justificada contra el ex director de Pemex.
El juez ordenó que debía de permanecer en el Reclusorio Norte.
Al final de la audiencia, el abogado del exdirector de Pemex, Miguel Ontiveros, dijo:
«El Juez tomó en consideración las informaciones de la fiscalía en el sentido de que no está garantizado todavía la reparación del daño y que por eso procedía cambiar la media cautelar a prisión preventiva justificada».
La mamá del acusado salió en una camioneta con vidrios polarizados, mientras que él permanecerá en el reclusorio.
Con información de Noticieros Televisa / Mario Torres