Ciudad de México.- El Gobierno del presidente chileno, Sebastián Piñera, conmemoró este martes en el palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo, el 45 aniversario del golpe de Estado que el 11 de septiembre de 1973 derrocó al líder socialista Salvador Allende.
Piñera encabezó una ceremonia ecuménica en el palacio presidencial a la que asistieron cerca de un centenar de personas, incluidos los ministros de su gabinete, subsecretarios y otros funcionarios del Gobierno.
En una declaración al término de la ceremonia, el mandatario reiteró que la democracia chilena estaba «muy enferma» antes del alzamiento militar que lideró el general Augusto Pinochet, que retuvo el poder hasta 1990.
«En 1973 nuestra democracia estaba enferma de odio, de violencia, de descalificaciones, de intolerancia, de sectarismo, y eso lo sabemos todos», señaló Piñera.
Aun así, subrayó que ninguna circunstancia ni contexto justifican «los graves, sistemáticos, reiterados y condenables» atropellos a los derechos humanos que ocurrieron durante la dictadura.
En ese sentido, el presidente chileno expresó su «solidaridad» con los familiares de las víctimas que perdieron la vida el 11 de septiembre de 1973, una jornada en la que el palacio presidencial fue bombardeado por aviones de guerra de la Fuerza Aérea.
Piñera consideró que la sociedad chilena aprendió de los errores del pasado y supo recuperar la democracia con «generosidad, sabiduría, grandeza, diálogos, acuerdos y buena voluntad».
En los últimos 30 años, dijo el mandatario, los chilenos han enfrentado dos grandes desafíos que han representado dos transiciones.
La primera, explicó, fue la transición a la democracia y la libertad, que según él, se realizó de «forma muy ejemplar».
«La historia demuestra que estas transiciones normalmente son en medio de crisis políticas, caos económico, violencia social. Nada de eso ocurrió en Chile, gracias a la sabiduría y la grandeza de la inmensa mayoría», apuntó.
La segunda transición es de «presente y futuro» y debe llevar a Chile a convertirse en un país desarrollado y sin pobreza antes de que finalice la próxima década, sostuvo el mandatario.
«Estoy consciente que ningún país latinoamericano lo ha logrado, pero estoy consciente también que con la misma unidad y grandeza con que logramos recuperar nuestra democracia, vamos a ser capaces también de lograr este gran objetivo», dijo.
En ese sentido, Piñera hizo un llamado a la unidad en una jornada que, admitió, aún divide a una parte de la sociedad chilena.
Con información de Excélsior.