Ciudad de México. – El nuevo acuerdo entre México, Estados Unidos y Canadá prohíbe la aplicación de derechos aduaneros y medidas discriminatorias a productos digitales como libros, videos, música, software y juegos.
El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) dará ventajas a las empresas de Estados Unidos en el comercio digital frente a sus competidores de sus dos vecinos, destacó la Representación Comercial de la Casa Blanca (USTR, por su sigla en inglés).
A medida que la Internet global se desarrolla y evoluciona, el comercio digital se ha vuelto más prominente en la agenda de política económica y comercial.
El impacto económico de Internet se estimó en 4.2 billones de dólares en el 2016, lo que equivale al tamaño de la quinta economía nacional del mundo, de acuerdo con el gobierno estadounidense. Con un crecimiento más rápido que el comercio internacional o los flujos financieros, el volumen de los flujos de datos globales se multiplicó por 45 del 2005 al 2014.
“Las disciplinas del nuevo capítulo sobre Comercio Digital son más rigurosas que las de cualquier otro acuerdo internacional, y brindan una base sólida para la expansión del comercio y la inversión en los productos y servicios innovadores en los que Estados Unidos tiene una ventaja competitiva”, indicó la USTR en una ficha informativa.
En general, este capítulo contiene disciplinas que proveen de un marco estable para la expansión del comercio y la inversión en productos innovadores y de servicios.
El T-MEC, que sustituiría al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), prohíbe la aplicación de derechos aduaneros y otras medidas discriminatorias a productos digitales distribuidos en forma electrónica, como libros electrónicos, videos, música, software y juegos, entre otros.
También garantiza que se apliquen al mercado digital garantías exigibles de defensa del consumidor, incluso en materia de privacidad y comunicaciones no solicitadas.
Asegura que no se restrinja el uso, por parte de los proveedores, de la autenticación electrónica o las firmas electrónicas, a fin de facilitar las transacciones digitales.
Además, limita la capacidad del gobierno de exigir la divulgación de códigos fuente y algoritmos de propiedad exclusiva, a fin de proteger en mayor medida la competitividad de los proveedores digitales.
El comercio digital incluye productos finales como películas descargadas y también productos y servicios que dependen o facilitan el comercio digital, como herramientas para mejorar la productividad como el almacenamiento de datos en la nube y el correo electrónico.
En el 2016, las exportaciones de los Estados Unidos de servicios de tecnología de la información y las comunicaciones (excluyendo productos digitales) fueron de 404,000 millones de dólares.
A nivel mundial, el comercio electrónico fue de 27.7 billones de dólares en el 2016, frente a los 19.3 billones en el 2012, de acuerdo con datos del Buró de Análisis Económico y de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos.
Con estas tendencias, el T-MEC asegura que se puedan transferir datos de manera transnacional y que se reduzcan al mínimo las restricciones con respecto a dónde se pueden almacenar y tratar los datos, a fin de reforzar y proteger así el ecosistema digital global.
Finalmente, limita la responsabilidad civil de las plataformas de Internet para contenidos de terceros que éstas alojen o procesen, fuera del ámbito de las medidas de cumplimiento de la propiedad intelectual, y aumenta así la viabilidad económica de estos motores que dependen de la interacción y los contenidos de los usuarios.
Con información de El Economista