Foto: Facebook / City of Uvalde

Escuelas de EEUU refuerzan seguridad tras masacre en Uvalde

MUNDO.- Tras la masacre en una escuela primaria de Uvalde, Texas, las instituciones académicas de todo Estados Unidos han contratado personal de seguridad adicional y restringido visitas en un momento en que lidian con una nueva serie de amenazas por parte de imitadores.

Para algunos familiares y educadores, todo esto se suma a la intranquilidad después del ataque escolar con mayor número de muertos en Estados Unidos desde la masacre de 2012 en la Escuela Primaria Sandy Hook.

Jake Green, de 34 años y residente de Los Alamos, Nuevo México, se sobresaltó cuando vio a un policía vestido de civil la primera vez que llevó a su hija de 7 años a clases el viernes por la mañana. Green creció en Colorado, no lejos de donde dos alumnos de la Secundaria Columbine asesinaron a disparos a 12 compañeros y un maestro en 1999. Green recuerda haber asistido a homenajes y vigilias cuando cursaba el quinto grado, pero sigue indeciso sobre si tener a un policía en la escuela de su hija sea lo mejor.

«De cierta manera, en realidad no me siento más seguro con un policía en los alrededores», declaró Green. «Ver a la policía ahí realmente hizo parecer que la peor de las posibilidades era incluso más posible hoy».

En El Paso, Texas, donde un hombre armado asesinó a 23 personas en un ataque racista contra hispanos en un Walmart, las escuelas están en alerta. El Distrito Escolar Independiente de El Paso ya ha se ha topado con algunos reportes de amenazas que resultaron ser falsos. Se trataba de «alumnos bromeando o de padres demasiado sensibles», dijo Gustavo Reveles Acosta, portavoz del distrito.

«Nuestra comunidad sigue dolida por ese incidente», comentó. «Nos pegó muy fuerte».

El distrito, que cuenta con su propio departamento de policía, también ha redoblado los patrullajes en los 85 campus. Se ha retirado a agentes de las labores de monitoreo y tránsito, entre otras. Las escuelas ya han actualizado sus sistemas de cámaras de vigilancia. Los visitantes deben tocar un timbre y presentar una identificación antes de entrar.

El distrito se ha enfocado en cuidar la salud mental de maestros y estudiantes. Un equipo de asesores ha estado visitando todas las escuelas para hablar del tiroteo en Uvalde. También se ha estado exhortando a la población a hablar en privado sobre cualquier angustia.

Mia Baucom, una estudiante de 15 años de una secundaria de Fort Worth, Texas, dijo que le parecía surrealista pensar que la masacre de Uvalde ocurrió en su estado natal. También le hizo recordar un cierre de emergencia en su escuela hace un par de meses debido a un tiroteo.

«Estoy un poco más estresada al respecto tan sólo por este temor: ¿qué tal si eso hubiera pasado en mi escuela?», dijo Baucom, cuyo último día de clases fue el jueves. «Digamos que nos mandan más policías. Lo más probable es que eso no vaya a impedir que la gente enloquezca y simplemente empiece a disparar contra las escuelas».

Tras el tiroteo del martes en el que 19 alumnos y dos profesoras fueron asesinados, las escuelas de varios estados han reforzado la presencia policial, entre ellos Connecticut, Michigan y Nueva York.

En Buffalo, Nueva York, donde el 14 de mayo un hombre armado de raza blanca asesinó a 10 personas en un ataque racista en un supermercado, el distrito escolar más grande anunció nuevas reglas de seguridad que entraron en vigor de inmediato. Cualquier visitante –padres, hermanos, vendedores– tiene que llamar por anticipado para recibir autorización. No se harán excepciones.

Podrían estar sujetos a una inspección con detector de metales, y las puertas permanecerán cerradas con cerrojo en todo momento.

En Jacksonville, Florida, el jefe de la policía escolar de las Escuelas Públicas del condado Duval prohibió el ingreso con mochilas o bolsas de mano grandes en todas las escuelas hasta el viernes, el último día de clases. Las bolsas de mano más pequeñas pueden pasar, pero podrían ser revisadas.

Una amenaza que resultó ser falsa en contra de una escuela secundaria obligó a un distrito escolar de Texas a 320 kilómetros (200 millas) al sureste de Uvalde a poner fin al ciclo escolar una semana antes. El Distrito Escolar Independiente de Kingsville anunció el viernes que sería el último día de clases. Pero los estudiantes no serán penalizados por el hecho de que el año haya finalizado prematuramente.

«Ante la tragedia en Uvalde, ha habido una enorme cantidad de estrés y trauma. Desafortunadamente, se añade aún más estrés y trauma con `amenazas de imitadores’ que empiezan a circular, tales como la que le fue enviada hoy a (la Escuela Secundaria) Gillett», dijo la supervisora, doctora Cissy Reynolds Perez, en un comunicado publicado en el sitio web del distrito.

Está claro que el personal docente y los estudiantes de todo el país están nerviosos luego de que en los últimos días han surgido varios reportes de avistamientos de armas en los campus.

Dos escuelas de la zona metropolitana de Seattle ordenaron cierres de emergencia el miércoles por la mañana, y a la larga la policía recuperó una pistola de aire. Luego se levantó el cierre de esas escuelas de Everett, Washington.

Dos personas fueron arrestadas el jueves después de que una escuela secundaria de Denver cerró de emergencia sus instalaciones. La policía encontró una pistola de paintball, pero ningún arma de fuego. De todas formas, se cancelaron las clases.

El Gobierno de EEUU investigará respuesta policial al tiroteo de Texas

El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este domingo que investigará la respuesta policial al tiroteo en una escuela de Uvalde (Texas), en el que el pasado martes murieron 19 niños y dos maestras.

En un comunicado, el portavoz del Departamento de Justicia Anthony Coley anunció la investigación, cuyos resultados serán públicos y que se abre a raíz de una petición del alcalde de Uvalde, Don McLaughlin, después de que la actuación de la Policía haya sido duramente cuestionada por su aparente lentitud.

Según indicaron desde el Gobierno estadounidense, el objetivo de la pesquisa es obtener una versión independiente de la respuesta por parte de las Fuerzas de la Ley y de cada una de sus acciones en la jornada del 24 de mayo, cuando se produjo la masacre.

Además, se espera que las conclusiones a las que se llegue puedan servir para identificar problemas y actualizar los protocolos de actuación para futuros tiroteos.

El director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steven McCraw, reconoció el viernes en una rueda de prensa que el hecho de que los agentes de Policía no derribaran la puerta del aula en que se hallaba el autor de los disparos fue una «decisión incorrecta» y culpó de ella al máximo responsable policial que en ese momento se encontraba en el colegio.

Varios medios aseguraron el sábado que ese responsable era Pedro «Pete» Arredondo, el jefe de Policía del Distrito Escolar de Uvalde, que hace ya varios días que no aparece en las ruedas de prensa sobre la situación.

Según contó McCraw, después de haber oído múltiples disparos en el aula y considerar que las balas ya solo se dirigían a la puerta cuando los agentes trataban de acceder, el citado jefe interpretó que ya no quedaba nadie con vida dentro salvo el agresor.

Por tanto, optaron por esperar, hasta que finalmente un equipo de la Patrulla Fronteriza entró en el aula tras un escudo y el atacante, Salvador Ramos, salió de un armario de la clase y empezó a dispararles, momento en que le abatieron a tiros.

En el suelo del aula, los agentes se encontraron a los niños, muchos de ellos ya fallecidos, pero algunos todavía vivos, incluida Miah Cerrillo, de 11 años, que se untó la sangre de otro alumno en el cuerpo para hacerse la muerta. 

Con información de AP y EFE

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