Ciudad de México.- Dice que son tiempos para que los ciudadanos conozcan quién es Armando Ahued y, por eso, el ex secretario de Salud de Ciudad de México y ahora precandidato del PRD a la Jefatura de Gobierno prefiere enumerar los logros obtenidos y guardarse para después las propuestas de campaña.
“Estoy impedido por la ley electoral para, en estos momentos, dar propuestas. Lo que hago es que los ciudadanos sepan quién es Armando Ahued, qué ha hecho en su vida, qué momentos de adversidad ha tenido que enfrentar”, dice, después de participar en un encuentro con vecinos de la colonia Roma, en la delegación Cuauhtémoc.
—Hay precandidatos que ya están dando propuestas…
—Cada quien es libre de hacer lo que considere, yo en este momento no puedo hacerlo.
—¿Están violando la ley los otros precandidatos?
—No lo sé, que cada quien decida lo que quieran, yo no me meto ni me ocupo.
En el parque Luis Cabrera, Ahued partió una prematura rosca de reyes, de la que sacó el tradicional muñequito para comprometerse a regresar en febrero para pagar los tamales. “Nomás hay que cuidar el peso”, advierte, entre risas.
El doctor Ahued, como lo promueve su propaganda, también se cuida de no violar la ley.
A diferencia de su contrincante, Salomón Chertorivski, quien ya ha soltado algunas propuestas para mejorar la seguridad en la ciudad, el doctor le habla claro a los vecinos que lo escuchan y les confiesa: “si me preguntan qué voy a hacer en el tema de seguridad, no les puedo decir, porque aunque sé lo que voy a hacer, en este momento la ley no me lo permite”.
Ante los rostros un tanto decepcionados de quienes lo escuchan, Ahued los anima: “pero en su momento, cuando sea candidato, y lo voy a ser, y cuando sea jefe de Gobierno, verán mis acciones, mis resultados y mi compromiso”.
Para demostrarles a los capitalinos que no es un político improvisado, Ahued les recuerda que él siempre ha estado ahí, velando por ellos y por su salud. Menciona la influenza de 2009 y su decisión de cerrar lugares públicos, también la decisión de quitar saleros de restaurantes y de lanzar la campaña contra el cáncer de próstata o las vacunas contra el cervico-uterino.
“Yo sé qué pasa en la ciudad, yo sé qué necesitan, yo los he oído, me he metido a sus casas, hasta a sus camas; me he sentado a su lado, escuchándolos”, les dice. Entonces, en la mente de quienes lo escuchan, es muy fácil imaginar al doctor Ahued, el doctor de la ciudad, con su bata y su afable bigote, sentado junto a la cama de un enfermo escuchando sus padecimientos.
Justamente la imagen del programa El Médico en Tu Casa es uno de los argumentos más fuertes que Ahued da entre los vecinos. Éstos asienten cuando escuchan sobre esa política pública. Se sorprenden cuando habla de que más de una decena de estados del país lo han replicado y que otras cuantas ciudades del extranjero también lo han adoptado.
Así, con ese recuento de éxitos, Ahued toca puerta por puerta en los intrincados callejones del barrio de San Sebastián, en Azcapotzalco, hasta donde llegó a bordo de un BMW blanco, para después presentarse con la gente de escasos recursos que le pide agua para sus viviendas, seguridad, drenaje y luminarias.
Con información de Milenio.