Estados Unidos.- En el estudio, el uso de cubrebocas quirúrgicas por parte de los afectados redujo de forma significativa la cantidad de virus de la gripe detectables.
Los cubrebocas podrían ayudar a limitar la propagación de la pandemia del coronavirus COVID-19, según investigadores que estudiaron el efecto de las mascarillas quirúrgicas en la transmisión de otros virus corona y de la gripe.
En el estudio, publicado en la revista Nature Medicine, el uso de cubrebocas quirúrgicas por parte de los afectados redujo de forma significativa la cantidad de virus de la gripe detectables en las gotitas liberadas a través de la respiración y la tos.
También rebajó el número de coronavirus estacionales -una de las causas de los resfriados comunes- detectables en el aire como microgotas suspendidas o aerosoles. El estudio no incluyó el nuevo coronavirus, SARS-CoV-2.
“Se necesita una mayor investigación para determinar si las máscaras pueden prevenir de manera específica la transmisión del SARS-CoV-2″, dijeron los científicos.
El trabajo coincide con la pandemia de la enfermedad respiratoria COVID-19, que ha infectado a más de un millón de personas en todo el mundo y ha causado la muerte de más de 53,000.
Benjamin Cowling, el profesor que lideró el estudio en el centro colaborador de epidemiología de enfermedades infecciosas en la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Hong Kong, dijo que sus hallazgos podrían ser extrapolados a cubrebocas de algodón más simples.
“Mi visión de experto es que los cubrebocas de tela o algodón tendrían un efecto, aunque tal vez menos efectivo que una mascarilla quirúrgica colocada de manera apropiada”, dijo en una entrevista telefónica. “Y en lo referente al COVID-19, estamos viendo todas las medidas posibles que puedan ayudar”.
Hasta ahora había pocas evidencias científicas robustas sobre la efectividad de los cubrebocas faciales en la ralentización de la transmisión de enfermedades respiratorias.
La OMS dice que debería llevar cubrebocas todo el que tenga síntomas como tos o fiebre, o cualquiera que cuide de un caso confirmado o sospechoso de COVID-19, pero no aconseja que la gente sana las lleve en situaciones cotidianas.
No obstante, hay algunas evidencias que sugieren que la rápida propagación del coronavirus SARS-CoV-2 se debe al menos en parte al hecho de que puede ser transmitido por personas que no muestran síntomas.
Rupert Beale, un especialista en infecciones biológicas del Francis Crick Institute de Londres que no estuvo directamente implicado en el trabajo de Cowling, dijo que el estudio ofrece una “evidencia fuerte y convincente” sobre el uso de cubrebocas como medio para reducir la transmisión de algunos virus, pero que no son una “bala mágica”.
“Llevar mascarilla no evita por completo la transmisión y no puede ser confiable como medida única”, afirmó, “pero combinado con otras medidas de distanciamiento social debería formar parte de la ‘estrategia de salida’ del confinamiento”
Con información de Noticieros Televisa.