Querétaro.- Los presidentes del Senado, Miguel Barbosa (PRD), y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar, se manifestaron de manera enérgica contra cualquier viso de corrupción en la función pública.
De acuerdo con el portal El Universal, a su vez, el presidente de la Cámara de Diputados, Silvano Aureoles (PRD), advirtió que este cuerpo legislativo federal seguirá fortaleciendo la Constitución asegurando el imperio de la legalidad y el Estado de derecho.
Ayer, en el marco de la ceremonia que encabezó el presidente Enrique Peña Nieto por el 98 Aniversario de la Constitución, los representantes de los Poderes Legislativo y Judicial subrayaron la necesidad del respeto irrestricto de la Carta Magna.
En este marco, el ministro presidente Aguilar advirtió que en el Estado de derecho que rige al país no debe caber ni el abuso de la autoridad a los derechos de los ciudadanos ni la corrupción.
Dijo que ningún diseño institucional será idóneo si no se promueve, simultáneamente, la cultura de la legalidad, el consenso, de la argumentación fundada, basados en el respeto, la tolerancia y el hábito del respeto frente a los derechos del otro.
“Y es en el marco de ese mismo Estado de derecho que los conflictos que enfrenta la sociedad deben encauzarse y resolverse con estricto apego a lo que mandata nuestra Carta Magna”, consideró.
Enfatizó que la nación vive épocas de profundos cambios, en medio de los cuales, los mexicanos demandan el respeto absoluto de los derechos consagrados y reconocidos en la Constitución en todos los ámbitos de la vida pública.
Indicó que es el respeto a la Constitución lo que garantiza la paz, porque propicia las condiciones que hacen posible el diálogo.
Cuidado de los derechos
El senador Miguel Barbosa pidió a su vez no perder de vista que la corrupción y el conflicto de intereses, la impunidad y el autoritarismo pueden convertir a nuestra Ley Suprema “en una declaración semántica que nadie observe”.
Subrayó que la inseguridad, la corrupción, el estancamiento económico, podrán superarse cuando los poderes públicos ejerzan sus funciones dentro de los parámetros que la Constitución establece.
Preguntó cómo interpretan este aniversario los millones de mexicanos que viven en la pobreza y que padecen la desigualdad, cómo festejar la Constitución si la justicia continúa como una promesa para las familias de víctimas del crimen organizado.
Pidió hacer de “la buena política” y mantener un diálogo institucional y abierto entre poderes.
El presidente de la Cámara de Diputados, Silvano Aureoles, sentenció que el pleno de San Lázaro, como parte de los Poderes de la Unión, seguirá fortaleciendo la Constitución asegurando el imperio de la legalidad y el Estado de derecho.
Dijo que quienes sirven a México en la Cámara de Diputados saben de la responsabilidad que representa el dar viabilidad a la labor de los constitucionalistas. Estamos conscientes —agregó— de lo que significa actuar en nombre de las y los mexicanos.
“Para atender con eficacia nuestra problemática debemos de revisar si es ésta o una nueva Constitución la que habrá de ser depositaria de nuestros nuevos acuerdos”, dijo.
Afirmó que “las causas que nos convulsionan se resolverán si decidimos juntos. Es momento de trazar las bases de un nuevo comienzo”.
Asentó que se debe hacer de los principios y valores que emanan de la Constitución el eje rector de la vida pública del país, la voluntad política de los tres órdenes de gobierno debe conducir a la reconciliación nacional mediante el diálogo permanente y la revisión constante de nuestro entramado constitucional para ajustarlo a la inercia social.
En su intervención, el gobernador de la entidad, José Calzada, dijo que “nada puede obstruir la ruta de un México en paz” y urgió a revisar la experiencia histórica de los Constituyentes, para concretar un acuerdo para la conciliación y convocar una alianza nacional que profundice en cambios sociales, en nuevos ordenamientos o reformas para combatir la impunidad, la corrupción y la inequidad.
Exhortó a que “en este escenario emblemático de la unidad nacional, suscribamos el prefacio de una nueva historia para un México en concordia. Renovemos desde aquí esa gran alianza que reclama la sociedad: un acuerdo para la conciliación”.
Señaló que los antagonismos nos lastiman a todos y que “el dolor de las familias nos obliga a actuar con firmeza, haciendo lo necesario para no lamentarnos por lo que dejamos de hacer, sino asumiendo nuestra responsabilidad para un mejor futuro”.