MUNDO.- Finlandia se convertirá este martes en el miembro número 31 de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en un paso que duplicará la extensión de la frontera con Rusia de la poderosa alianza militar.
Con el ingreso de Finlandia, consecuencia directa de la invasión rusa de Ucrania, la OTAN suma 1.300 kilómetros de frontera directa con Rusia.
Finlandia aportará a la OTAN un contingente de 280.000 soldados y uno de los mayores arsenales de artillería en Europa.
Este martes Finlandia tendrá su bandera en la explanada de la sede de la OTAN en Bruselas, concretando su proceso de integración a la institución transatlántica.
El año pasado, tras la invasión rusa a Ucrania, los países de la OTAN invitaron formalmente a Finlandia y Suecia a adherir en forma plena a la alianza.
Suecia aún tendrá que seguir negociando, ya que su candidatura de adhesión es objeto de un veto presentado por Turquía y secundado por Hungría.
«Hace no mucho tiempo, era impensable que Finlandia sea miembro 1/8de la OTAN 3/8, y ahora es un miembro pleno y eso es algo histórico», dijo este martes el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg.
Con la adhesión del país, «estamos removiendo el espacio para errores de cálculo en Rusia sobre la disposición de la OTAN en proteger a Finlandia y esto torna a Finlandia más segura», agregó.
Este martes, Finlandia procederá con la cuidadosa coreografía que marca el ingreso de un nuevo país miembro de la alianza.
El ministro finlandés de Relaciones Exteriores entregará formalmente los documentos de adhesión al secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, cuya oficina es guardiana del tratado fundacional de la OTAN.
Seguidamente, la bandera de Finlandia será izada, entre las de Estonia y Francia, en el pabellón especial de la sede de la OTAN, en Bruselas. La adhesión formal de Finlandia a la OTAN significa que el país queda automáticamente protegido por el famoso Artículo 5 de la alianza, que considera un ataque a uno de los países miembros como un ataque contra todos ellos.
Durante décadas y a pesar de su historia de tensiones con Rusia, Finlandia optó por ser apenas un asociado de la OTAN, pero la ofensiva de Rusia en Ucrania convenció al país a abandonar su política de no alineamiento automático y buscar la protección de la alianza.
Stoltenberg afirmó el lunes que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó la invasión de ucrania «con el claro objetivo de tener menos OTAN. Pero recibirá a cambio exactamente lo opuesto». La jornada de adhesión de Finlandia «es realmente un día histórico, un gran día para la alianza», dijo Stoltenberg.
Suecia, en cambio, tendrá que esperar antes de que su bandera sea izada en la sede de la OTAN.
Turquía se resiste a dar luz verde a la adhesión de Suecia porque ese país concede refugio a dirigentes kurdos y a sospechosos de haber participado en el fallido golpe de estado de 2016.
En enero el gobierno turco reaccionó con furia a la decisión de Suecia de permitir que manifestantes extremistas de derecha realizaran una protesta frente a la embajada de Turquía en Estocolmo, donde incluso quemaron un ejemplar del Corán.
A inicios de marzo el primer ministro sueco dijo que el proceso de adhesión de su país y de Finlandia, que presentaron sus candidaturas simultáneamente, avanzaban «a ritmos diferentes».
Los países de la OTAN mantendrán una cumbre en julio en Vilna, capital de Lituania, y los diplomáticos de la alianza esperan que esa reunión pueda marcar el ingreso de Suecia al grupo.
Este martes, Blinken publicó en Twitter una foto junto con su homólogo sueco, Tobias Billstrom, y añadió que «Suecia está lista para unirse a la OTAN».
Con información de AFP