Foto: Gobierno de México
MÉXICO.- Luis Ramos cuenta que fue despojado de su vehículo por un grupo armado cuando manejaba por las calles de Culiacán, Sinaloa, la mañana del pasado 5 de enero.
“Un grupo armado me interceptó y me quitó la unidad a la fuerza a mano armada. ¿A usted no le hicieron nada? Pues sí, me bajaron y me golpearon (…) tengo la esperanza de encontrarlo, pero no creo porque los mismos delincuentes me dijeron que lo iban a quemar”.
Es también el caso de Efraín Serrano.
“Salí a la casa a comprar tortillas y a como unas cuatro, cinco cuadras, se me cruzó un carro y me quitaron el carro (…) te cambia algo de tu vida (…) yo, por ejemplo, no lo tengo pagado completo (…) di un enganche y lo estoy pagando en mensualidades”.
Y el tráiler de don Lupe Lara, quien también fue obligado a bajar del vehículo, al cual le prendieron fuego. Fue pérdida total, solo quedaron algunos trozos de metal.
“Me dijeron que corriera, yo corrí para el monte, allá me resguardé en un matorral (..) como hora y media. ¿Y ya no volvió a ver su vehículo o lo quemaron ahí? Lo quemaron ahí, yo lo miré desde lejos ardiendo”.
Luego de la detención de Ovidio “N”, integrantes de la delincuencia organizada incendiaron casi 300 vehículos, con los que bloquearon los principales accesos a la capital del estado, de los cuales 45 no tenían seguro.
“Si tenemos 199 que ya denunciaron, pero hay gente ahí a la que ya le dimos 100 fichas más, significa que entonces serían 299 (…) y que se pueden estar incrementando”, dijo Sara Quiñones Estrada, fiscal general del Estado de Sinaloa:
Ese mismo día, inició el traslado de los vehículos siniestrados a distintas pensiones vehiculares, donde quedaron a disposición de las autoridades federales a cargo de las investigaciones.
En la pensión 2 de Tránsito Municipal, en la colonia Campo el 10, de Culiacán, fueron ingresados 113 vehículos de los 299 que hasta el momento se sabe, fueron calcinados.
Entre ellos, camiones y camionetas de carga, algunos, aún tienen parte de la mercancía que transportaban.
Camiones de pasajeros, camionetas y autos compactos a los que no se les distingue ni de color eran, por lo dañado de la lámina.
Destaca una patrulla de la policía.
Y una ambulancia particular equipada que fue sacada de un taller mecánico a las orillas de la Ciudad, al que fue llevada para su mantenimiento.
“Fue un sentimiento de impotencia al no poder hacer nada (…) era una ambulancia de terapia intensiva, tenía todo lo que puede necesitar un paciente que requiera cuidados críticos”, indicó Asbel Oliva, gerente de empresa de ambulancias particulares.
En la municipalidad de Jesús María, fueron retiradas decenas de camionetas, la mayoría de lujo, con impactos de arma de fuego, las cuales fueron trasladadas al depósito de bienes asegurados de la fiscalía del estado.
Todos los vehículos relacionados con los actos violentos del pasado 5 de enero forman parte de un proceso de investigación a cargo de la Fiscalía General de la República.
Con información de N+ / Carlos Guerrero
