MÉXICO.- Las Fuerzas Armadas de México reforzaron la vigilancia a pie y aérea a lo largo de 311 kilómetros del ducto de gasolina de Tuxpan-Azcapotzalco para combatir el robo del combustible y trabajan para regular la distribución y venta de válvulas, que son utilizadas para la extracción del hidrocarburo.
En conferencia de prensa, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el subdirector de Salvaguardia de Petróleos Mexicanos (Pemex), Arturo Velázquez Bravo, añadió que trabajarán de manera coordinada el Ejército y la Marina a fin de incrementar la seguridad a lo largo de este ducto.
Consideró que uno de los motivos para el sabotaje es «dejar ciego» el ducto, lo que ocasiona que deje de fluir el líquido que se está fugando y al mismo tiempo, los sensores dejan de funcionar y no se puede saber el lugar exacto donde se está produciendo el daño.
Para evitar esta situación, añadió, se ordenó fortalecer la seguridad en el ducto Tuxpan- Azcapotzalco a lo largo de 311 kilómetros, espacio en el cual, las Secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Marina se encargarán de la vigilancia; “van a encargarse cada uno de la mitad, de un promedio de 160 kilómetros».
Añadió que se establecerán 16 comandantes a lo largo del ducto, cada uno al mando de dos células para eficientizar el operativo, por lo que 800 elementos más estarán atentos a evitar más sabotajes en este tramo.
Velázquez Bravo detalló que también se contará con apoyo aéreo de helicópteros para volar de día y con visión nocturna para tener mejores resultados.
En su oportunidad, el subdirector de Transporte de Pemex Logística, Juan Francisco Rivera, detalló cómo se realiza el robo de combustible y la manera en que se atienden las diferentes emergencias ocasionadas por la ordeña del ducto de gasolina.
En el evento al que asistieron los secretarios de Energía, Rocio Nahle; de Marina, el almirante José Rafael Ojeda; del Ejército, el general Luis Cresencio Sandoval, añadió que las acciones a implementar para atender las fugas dependen del perfil topográfico donde se ubica la fuga clandestina.
A partir de ello, refirió, se determina suspender la operación del ducto para evitar que continúe el derrame y posteriormente se realizan los trabajos para checar y recuperar el producto.
A través de un video con fotografías, explicó algunas de las fugas que se han registrado y la manera en que el personal trabaja en la reparación de las mismas.
Añadió que con ayuda de una abrazadera realizan las acciones para tapar los orificios y restablecer la operación del poliducto en un tiempo de trabajo que va de una o dos horas. Sin embargo existen ocasiones donde la reparación se llega a prolongar hasta 12:00 horas.
Abundó que hay una iniciativa para regular la venta de algunas válvulas, a fin de evitar que se sigan haciendo tomas clandestinas, toda vez que son las que se usan para el robo del combustible.
Con información de Notimex / Foto: Cepropie