MUNDO.- Donald Trump y Greta Thunberg expusieron este martes sus posturas radicalmente opuestas sobre el cambio climático en el foro de Davos, donde el presidente estadunidense denunció a los»catastrofistas» y la joven activista sueca lamentó al contrario que «no se ha hecho nada» por el planeta.
Tenemos que rechazar a los eternos catastrofistas y sus predicciones de apocalipsis», dijo Trump, acusando a los ‘herederos de los insensatos adivinos del pasado’ de equivocarse en el cambio climático, como ya hicieron, según él, cuando predijeron la superpoblación del planeta o el fin del petróleo.
Pocas horas antes, Thunberg había criticado al contrario, en uno de los coloquios del foro, la inacción de los poderes públicos.
«Estamos todos luchando por el clima y por el medioambiente. Pero si lo miran desde una perspectiva general, en la práctica no se ha hecho nada», dijo la sueca, lamentando además las dificultades para transmitir su mensaje a pesar de su presencia mediática.
«Hay una diferencia entre hacerse oír y que eso lleve a algo (…) Siempre me escuchan pero la ciencia y la voz de los jóvenes todavía no están en el foco de atención», afirmó.
Ambos simbolizan el abismo entre la visión de los que, como el presidente estadunidense, creen que la protección del medio ambiente es un freno al crecimiento económico y la de una joven generación que pide medidas urgentes antes de que sea demasiado tarde.
Trump llegó a Davos a primera hora de la mañana, el mismo día en que empieza en Washington el juicio que podría llevar a su destitución, que calificó de «vergonzoso» y de «farsa».
En su discurso con aires electorales, en una sala llena de líderes políticos y económicos en la que también estaba Thunberg, Trunp desgranó con abundantes cifras los logros económicos de su presidencia.
También advirtió que no dejaría «a los socialistas radicales destruir nuestra economía», en una probable referencia a sus rivales demócratas en las elecciones estadunidenses del próximo noviembre.
GUAIDÓ EN DAVOS
El Foro Económico Mundial -fundado en 1971 por el economista alemán Klaus Schwab y que este año celebra su edición número 50- ya advirtió en su informe sobre riesgos globales, publicado la semana pasada, que el cambio climático «es más fuerte y más rápido de lo esperado», con temperaturas que podrían subir hasta tres grados a finales de este siglo.
«El cambio climático es un tema candente en Davos», apunta Chris Williamson, jefe economista de la consultora IHS Markit, y asegura que hay ‘un cambio de atmósfera’ con la toma de conciencia progresiva de que el cambio climático es un riesgo también para los negocios.
La lista de personalidades políticas que participan en esta edición incluye a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la canciller alemana Angela Merkel, el presidente español Pedro Sánchez o el vicepresidente chino Han Zheng.
El foro estará marcado además por la presencia, confirmada el martes por el foro, del opositor venezolano Juan Guaidó, que tras violar la prohibición de salida de Venezuela, viajó a Colombia el domingo y tiene previsto visitar el miércoles Bruselas antes de llegar a Davos.
Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países, podría aprovechar la fuerza mediática de Davos para reforzar su ofensiva contra el gobierno del socialista Nicolás Maduro.
También están en Suiza el presidente de Colombia, Iván Duque, y el de Ecuador, Lenín Moreno.
Aunque la agenda política y económica suele ocupar el protagonismo, el foro de Davos tratará hasta el viernes en sus numerosos simposios cuestiones como la biodiversidad, la inteligencia artificial o la rivalidad tecnológica entre oriente y occidente, que algunos ya califican de «nueva guerra fría digital».
«Estoy enfadado por el estado del mundo, pero también estoy decidido a participar y brindar soluciones», dijo el director general de la oenegé WWF, Marco Lambertini
La reticencia de algunas ONG a estar en Davos se explica porque, pese a su ambición de convertirse en «centro de reflexión» sobre el estado del mundo, el foro mantiene su mala imagen de «club de ricos» para la élite, con la presencia este año, entre otros, de grandes magnates de la industria tecnológica, como el fundador del gigante chino Huawei.
Con información de Excelsior / Foto: REUTERS/Denis Balibouse