MUNDO.- La alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, ha anunciado que la ciudad ecuatoriana entrará el miércoles en una nueva fase que le permitirá relajar las medidas de confinamiento en la localidad costera, que ha sido el principal foco de contagio del coronavirus en el país.
Viteri había avanzado que solicitaría formalmente al Comité de Operaciones de Emergencia (COE) el paso de rojo a amarillo en el “semáforo” que rige la desescalada en la nación andina, algo que finalmente fue autorizado el lunes.
“El semáforo en el cantón de Guayaquil se cambia a color amarillo, siendo obligatorias las resoluciones que a nivel nacional y mediante resoluciones ha emitido o emita el COE”, reza la ordenanza municipal en la que se informa de la nueva fase.
El cambio al “semáforo amarillo” implica una reducción de las horas del toque de queda, la reanudación del transporte urbano y de las actividades comerciales, aunque en ambos casos a un 30 por ciento de la capacidad habitual, y la vuelta al trabajo presencial para la mitad de la plantilla de cada empresa, si bien priorizando el teletrabajo.
“Sé que existen personas que aún desean quedarse en casa con teletrabajo, háganlo. Las personas que deben salir a trabajar les es permitido, pero cumpliendo a cabalidad las reglas”, ha explicado Viteri.
La regidora local ha hecho hincapié en la “corresponsabilidad” de autoridades y ciudadanía para que el cambio de color se mantenga y se avance hacia el nivel verde.
“Y esta corresponsabilidad está determinada por las medidas de distanciamiento, el uso obligatorio de mascarilla y las medidas de bioseguridad en los centros de trabajo”, ha indicado.
Viteri ha advertido de que se impondrán las sanciones correspondientes, “si es que llegan a incumplir” estas medidas.
En concreto, ha señalado que se procederá a “la clausura inmediata de las empresas, las oficinas o los locales que no cumplan” los protocolos de bioseguridad para sus trabajadores y sus clientes.
Guayaquil ha sido el epicentro de la pandemia en Ecuador.
Guayas, la provincia de la que es capital, cuenta 13,097 casos confirmados y 1,238 muertos, de acuerdo con el último balance del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias.
Quito, nuevo foco
Sin embargo, ahora la preocupación de las autoridades ecuatorianas se está trasladando hacia Pichincha y, concretamente, a Quito, capital de la provincia y del país.
Entre el 11 y el 18 de mayo, la región ha pasado de 2,071 casos confirmados a 2,681, casi un 30 por ciento más, y de 106 a 216 fallecidos, un 103 por ciento más, según la prensa local.
A nivel nacional, Ecuador ha contabilizado 33,582 casos de coronavirus, incluidas 2,799 víctimas mortales, mientras que 15,597 pacientes se han recuperado, 14,620 permanecen en aislamiento domiciliario y 566 están hospitalizadas, 186 graves.
El ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, ha anunciado que esta semana se generalizarán las pruebas diagnósticas gracias a las donaciones realizadas por el sector privado. La intención del Gobierno es hacer al menos 170 test por hora.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, dará este martes un discurso en el que se espera que anuncie nuevas medidas. Hasta ahora, el país ha adoptado medidas de confinamiento, si bien han comenzado a flexibilizarse por territorios.
“Ninguna guerra ni desastre natural que ha sufrido el país a lo largo de su Historia ha sumado tantas pérdidas humanas y económicas como las que hoy vivimos; 12,000 millones de dólares y 150,000 empleos perdidos”, ha lamentado Moreno en Twitter.
Con información de Europa Press / Foto: AFP