México. – En el Metro de la Ciudad de México ocurre una práctica que ya se hizo costumbre deshuesar trenes.
Lo que se hace es retirar piezas de aquellos cuya reparación resultaría incosteable, para instalarlas como refacciones a los que aún se mueven.
Actualmente el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro cuenta con 380 trenes, de los cuales 270 operan diariamente, pero 110 de ellos están en alguna etapa de mantenimiento permanente y sólo tras ese proceso de reciclado en los talleres entran en operación.
A algunos de los trenes más viejos ya les falta casi todo: puertas, asientos, pasamanos, ventanas… en fin, son el puro “cascarón”, pero hay piezas que pueden ayudar para reactivar otros que están sin funcionar.
Según Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la capital, para 2019 el STC Metro contará con un presupuesto de 15 mil 652 millones de pesos; sin embargo, esta cantidad representa un recorte de mil 896 millones de pesos con respecto del presupuesto del año anterior.
El Financiero tuvo acceso a los talleres del Metro, ubicados a un costado de la estación Zaragoza, donde uno de los mecánicos, que pidió reservar su nombre, explicó que es muy común retirar piezas a algunos trenes para instalarlas en otros cuya reparación resulta más sencilla y barata.
“Las refacciones nuevas escasean, el tiempo que pasa un tren en el taller es tiempo que la ciudadanía sufre al usar este servicio y no podemos esperar a que se compren los repuestos, que en ocasiones tardan muchos días”, comentó.
Y añadió: “hay que ingeniárselas. Desde construir una herramienta específica para lo que se está tratando de instalar, hasta hacer funcionar una pieza que lleva ya varios años en desuso y que es indispensable para que los trenes en activo no dejen de circular por la línea”.
Aseguró que “lo verdaderamente peligroso son las fallas que no se ven y que principalmente están en las pistas de rodamiento, sobre todo en las líneas 1, 2 y 3, en las que ya deberíamos estar sustituyendo rieles, durmientes, balastros y el sistema eléctrico”.
A casi 50 años de su inauguración, el STC Metro opera con serias dificultades económicas. Con 12 líneas brinda servicio a casi cinco millones y medio de usuarios al día, cuando su límite real son cuatro y medio millones de usuarios.
De acuerdo con Mauricio Tabe, presidente del PAN en la Ciudad de México, el recorte presupuestal que se le aplicó al Metro ha obligado a ese sistema de transporte a recurrir, de nueva cuenta, a retirar piezas de trenes descompuestos para utilizarlas como refacciones de aquellos que prestan servicio.
“Seguramente estos dos mil millones de pesos que se le recortaron impactaron en la compra de refacciones nuevas para los trenes y han tenido que recurrir al uso de la chatarra para poder hacer que funcionen los otros, pero eso es muy grave, porque ponen en riesgo la seguridad de millones de personas”, aseguró.
Ante esto, el líder panista en la capital dijo que “vamos a solicitar información al STC para ver cómo van a afrontar el recorte del presupuesto al Metro. Esta es una situación muy grave, porque se pone en riesgo el mantenimiento de ese sistema de transporte”.
Con información de El Financiero.