MUNDO.- Un estudio de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) arrojó nuevos datos sobre la época de Reionización, evento cósmico que transformó el Universo casi opaco al brillante paisaje de estrellas.
Los resultados obtenidos del Telescopio Espacial Spitzer muestran que algunas de las primeras galaxias del cosmos eran más brillantes de lo anticipado por los científicos, además de que las primeras estrellas pudieron haber nacido entre 100 millones y 200 millones de años después del Big Bang.
En el nuevo estudio, los investigadores ratifican que no se trata de casos únicos de brillo excesivo.
En este periodo, destaca, el cosmos se llenó en su mayoría de hidrógeno gaseoso neutro que pudo haber comenzado a unirse en estrellas, para luego formar las primeras galaxias. Así, mil millones de años después de la “gran explosión», el Universo se convirtió en cosmos brillante.
Mediante más de 200 horas de observación, de manera respectiva a dos regiones del cielo, Spitzer recolectó luz que viajó durante 13 mil millones de años.
Los resultados de las 135 galaxias distantes observadas, arrojaron que todas eran brillantes en dos longitudes de onda específicas de luz infrarroja generadas por la radiación ionizante que interactúa con los gases de hidrógeno y oxígeno dentro de las galaxias.
Esto implica que estas galaxias estaban dominadas por estrellas jóvenes y masivas compuestas en su mayoría por hidrógeno y helio, además de contener pequeñas cantidades de elementos “pesados» como nitrógeno, carbono y oxígeno, en comparación con los astros hallados en las galaxias modernas.
“No esperábamos que Spitzer fuera capaz de ver galaxias tan cerca del comienzo de los tiempos», dijo el científico del proyecto de Spitzer, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, Michael Werner.
Con información de Notimex