MUNDO.- El derretimiento de los polos, además de aumentar el nivel del mar, afecta la rotación de la Tierra.
Un nuevo estudio de la NASA indica que la redistribución de la masa sobre y dentro de la Tierra, así como en las capas de hielo, océanos y el flujo del manto, dañan el movimiento de nuestro planeta sobre su propio eje.
Y es que, según el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL), su eje es menos estable debido a “una sobrecarga lateral».
Durante el siglo XX, con el aumento de las temperaturas, la masa de hielo de Groenlandia se redujo a 7 mil 500 gigatoneladas, lo que equivale al peso de más de 20 millones de Empire State.
Los resultados revelaron que Groenlandia en uno de los principales contribuyentes de masa a los océanos, lo que provoca un aumento del nivel del mar y como consecuencia un desvío en el eje de rotación de la Tierra debido a su ubicación.
“Existe un efecto geométrico, que si tienes una masa que está a 45 grados del Polo Norte -Groenlandia- o del Polo Sur, tendrá mayor impacto en el eje de rotación de la Tierra que en el desplazamiento», detalló.
La NASA explica que además de la pérdida de masas en Groenlandia, el rebote glacial y la convección del manto también son responsables del fenómeno.
Se llama rebote glacial, pues en la última edad de hielo, los glaciares deprimieron la superficie de la Tierra, similar a cuando un colchón se deprime al sentarse en él. A medida que el hielo se derrite, la tierra vuelve a su posición original.
En el nuevo estudio los científicos identificaron que el rebote glacial podría ser responsable de cerca de un tercio de la deriva polar en el siglo XX.
La agencia espacial agrega que con los tres factores identificados, los científicos pueden distinguir los cambios en masa y el movimiento polar, causados por los procesos de la Tierra a largo plazo.
Redacción