Ciudad de México. – Sin caja o con protección, monedas, cómics, merchandising oficial: algunos de los juguetes de Star Wars se han convertido, gracias al paso de las décadas, en auténticos tesoros tasados por los expertos en miles de dólares después ser simples figuras de acción.
Los fanáticos de Star Wars han visto los estrenos de las películas y acumulado parafernalia alrededor de la saga desde el estreno de la primera entrega en los cines en 1977, pero pocos imaginaban que los juguetes que compraron en su momento iban a conseguir, con el paso del tiempo, un estatus de colección.
Todos los 4 de mayo se festejan desde hace décadas como «el día de Star Wars», debido a que desde finales de la década de los años 70 se generalizó la frase «May the 4th be with you», que significa ‘Que el cuatro de mayo te acompañe’ y que en inglés se pronuncia casi igual que «May the force be with you», el famoso lema de la saga: «Que la fuerza te acompañe».
Aprovechando un nuevo festejo de la comunidad de la «Guerra de las galaxias», a continuación, una lista con los diez juguetes que por alguna razón u otra, se convirtieron en algunos de los más buscados por los coleccionistas. Desde juguetes oficiales representativos de la trilogía original hasta rarezas que sólo los más conocedores del tema podrán distinguir:
El protagonista de la primera trilogía y el caballero Jedi más poderoso de la época, interpretado por Mark Hamill, tuvo muchos juguetes y figuras de acción, pero la más valiosa es sin duda una de las primeras versiones, con un sable de luz telescópico, lo cual quiere decir que la «espada» se puede ocultar en el interior del brazo de la figura.
Es una de las piezas más raras y más caras del mercado de la Guerra de las galaxias: tiene un costo, de acuerdo a la casa de subastas Sotheby’s, de unos 25.000 dólares, diez mil veces más caro que su costo original.
Esta figura se dejó de producir muy pronto, debido a que la espada láser, por su diseño, duraba muy poco y solía desprenderse del juguete. Es por eso que fue modificado en los primeros meses después de su salida al mercado.
Los «Jawas», criaturas que moran en el desierto del planeta Tatooine como mercaderes de artículos usados y que aparecen por primera vez en «Una nueva esperanza» no son de los personajes más queridos y ni siquiera tienen mucho tiempo en pantalla.
Sin embargo, la figura de acción con capa de vinilo se convirtió en uno de los juguetes más caros y más raros relacionados con Star Wars. De hecho, abundan tantas figuras de este tipo falsas, que una parte de los fanáticos coleccionistas creen que nunca existió una figura «original» con una capa de vinilo, ya que muy pronto la empresa creadora del producto la intercambió por un Jawa con una capa hecha de tela.
El Jawa con capa de vinilo, apenas de unos centímetros de alto y de acuerdo con Ebay, puede costar, si se conserva en su caja original, hasta unos 53.000 dólares, aunque el precio puede crecer si la figura se subasta.
Otro juguete de un tamaño que no rebasa los diez centímetros de altura y de un personaje poco relevante, aunque querido entre el «fandom» de las películas, es el de Boba Fett.
El juguete, en su caja original y en excepcionales condiciones, fue vendido en 2016 por unos 34.000 dólares en una subasta de «memorabilia» de la saga galáctica en Reino Unido.
La colección de monedas de Star Wars «El Poder de la Fuerza» fue vendida junto a algunas figuras de acción específicas y también a través del correo hace varias décadas en los Estados Unidos.
Ahora, su valor, fluctúa entre los 200 y los 400 dólares por moneda y, para conseguir la colección completa, se necesitan entre 5.000 y 7.000 dólares, de acuerdo con Ebay.
Marvel, ahora conocido por su universo cinemático, lanzó la primer entrega del cómic de Star Wars el mismo año del estreno de la primera película, en 1977. En ese momento, la revista costaba unos 35 centavos de dólar de la época.
Pero hoy en día, esas entregas sólo se pueden conseguir desde los 1.500 dólares, pero incluso algunos de los volúmenes pueden costar hasta los 11.000 de acuerdo a las condiciones en que se presenten.
El paquete que se vendió en Canadá en 1980 tras el estreno de la segunda película de la primera trilogía de la saga tiene todo lo que un coleccionista necesita: siete figuras protagónicas del film juntas, en una caja que ahora parecería «retro».
En su momento vendida exclusivamente en la tienda Sears, Sotheby’s subastó uno de estos paquetes en 2015 y el precio final fue de unos 32,500 dólares.
Eran otros tiempos. La producción de juguetes no era tan detallista ni tenía los recursos para presentar figuras de gran calidad de manera masiva. La producción de juguetes tras el estreno de la primera entrega de la Saga, que posteriormente se llamó «Una nueva esperanza» tenía una peculiar característica: el muñeco de Han Solo (interpretado en la película por Harrison Ford) tenía la cabeza muy pequeña en relación con el resto del cuerpo, además de incluir un «blaster», su arma preferida.
El juguete se puede encontrar entre 1.900 y 2.000 dólares, pero el precio se puede elevar si incluye el empaquetado original y la tarjeta con los datos del personaje intacta.
Las figuras de acción de dos personajes oscuros y que no aparecen en las películas se convirtieron también en algunos de los objetos más caros de la saga.
Tanto Saelt Marae (conocido como «Yak Face»), un tipo asociado con el más conocido Jabba the Hutt, y que sólo sale en las novelas del Episodio VI, como Vlix, que sólo aparece en una serie de televisión que tuvo poca importancia para la historia principal de Star Wars, tienen figuras de acción que en el mercado están valuadas en 2.000 y 16.500 dólares respectivamente, debido a la dificultad para encontrar estos juguetes.
No es precisamente un juguete, pero los coleccionistas y aficionados por igual codician los artículos inéditos que, después de mucho tiempo del estreno de una película (en este caso, 1980) salen a la luz.
El afiche es un póster para anunciar el estreno de la película, pero es apenas una primera versión. En él se puede ver a Han Solo y a la Princesa Leia (interpretada por Carrie Fisher) en una posición clásica que recuerda a otra película, «Lo que el viento se llevó» (1941).
Tras varias revisiones, el cartel final fue impreso con colores más oscuros que los rojos y naranjas vibrantes del borrador, también le fueron retirados personajes.El ganador de la subasta, que pidió mantenerse anónimo, pagó unos 26.400 dólares.
Con información de infobae