MÉXICO.- En la noche del 15 de abril, en plena Semana Santa, un violento incendio devoró buena parte de la majestuosa Catedral de Notre Dame, erigida en el corazón histórico de la Ciudad Luz desde hace más de 855 años.
Cada día el icónico monumento, el más visitado del Viejo Continente, recibía a más de 30 mil personas del mundo entero.
El fuego arrasó el tejado y derrumbó la aguja del templo ante la mirada atónita e impotente de todos.
La Catedral, un patrimonio universal excepcional está lastimada, está herida, pero sigue de pie. Se salvó por 30 minutos.
Monseñor Patrick Chauvet, rector arcipreste de Notre Dame, dijo: “Estuve todo el tiempo en la explanada de la Catedral, hasta el final, atónito, sin saber qué hacer, qué decir. Veía la Catedral ardiendo. A uno no le queda más que confiar en los bomberos, esperar y rezar”.
Sandra Lupercio, organizadora de la Festividad Guadalupana en París, detalló: “Es la imagen de la Guadalupana, de la Morenita del Tepeyac, está intacta, está en buenas condiciones. Está muy bien resguardada. Esta imagen está desde 1949 en la Catedral de Notre Dame de París”.
Durante más de nueve horas cerca de 500 bomberos participaron en un feroz combate contra el fuego que se propagó a un ritmo frenético por más de mil metros cuadrados de cubierta.
Había que evitar el uso del agua desde el aire o a alta presión para no dañar aún más la estructura medieval y los tesoros que guardaba entre sus muros, por ello, el robot no tripulado llamado Colossus entró en acción cuando la aguja de la catedral estaba a punto de caerse.
Gracias a esta máquina, Colossus, montada sobre orugas, los servicios de emergencia consiguieron enfriar la Catedral de Notre Dame y extinguir el fuego.
El equipo de Televisa visitó la empresa que creó y que fabrica Colossus, Shark Robotics, en la Rochelle, a 500 kilómetros al suroeste de París.
Jean-Jacques Topalian, creador del robot y director general de Shark Robotics, señaló: “Este robot fue capaz de jalar una potente manguera con agua de 250 metros, reemplazando la fuerza de 20 hombres. Resistió temperaturas de hasta 700 grados. Está dotado de un cañón capaz de disminuir la temperatura sin ninguna dificultad”.
El robot, a prueba a de agua, de 500 kilos y 160 centímetros de largo, manipulado a control remoto, sabe subir escaleras, remover hasta dos toneladas, evacuar heridos en zonas de catástrofe, así como realizar labores de reconocimiento mediante una cámara de alta definición de 360 grados y sensores de gas.
Colossus, diseñado para operar en un entorno hostil, entra ahí donde la situación se vuelve demasiado peligrosa para cualquier ser humano. Este tanque en miniatura no solo salvó vidas, salvó uno de los monumentos más emblemáticos de la cultura occidental.
Con información de Kasia Wyderko / Foto: Noticieros Televisa