MUNDO.- Israel lanzó el viernes una nueva ofensiva terrestre en el sur de la Franja de Gaza, al día siguiente de anunciar, bajo presión de los países mediadores temerosos de una deflagración en Medio Oriente, que aceptaba reanudar las negociaciones de tregua con el movimiento islamista Hamás.
La ofensiva se centra en Jan Yunis, la mayor ciudad del sur del territorio palestino, de donde las tropas israelíes se retiraron en abril, tras semanas de duros combates con milicianos de Hamás, en el poder en Gaza.
El ejército israelí urgió el jueves a la población a evacuar barrios del este de Jan Yunis antes de lanzar sus operaciones y el viernes indicó que estaba librando combates «subterráneos» en esa localidad.
El llamamiento provocó la fuga precipitada a pie o en autos cargados de enseres de numerosos civiles, nuevamente vapuleados por un conflicto que se inició hace diez meses y obligó a desplazarse al 90% de los 2,4 millones de habitantes de Gaza, según datos de la ONU.
«Hemos sido desplazados 15 veces ¡Ya basta! Somos civiles y no somos responsables de esta situación», exclama Mohamed Abdeen. Otro habitante obligado a huir, Ahmed al Najjar, grita airado: «¡No más humillaciones! ¡Detengan esta farsa!».
La Defensa Civil de la Franja de Gaza reportó que un bombardeo dejó víctimas en el este de Jan Yunis y que cuatro personas murieron en un ataque en Nuseirat, en el centro del territorio.
Irán, aliado de Hamás y de otras organizaciones armadas en la región, acusó el jueves a Israel de querer «extender» la guerra de Gaza.
El conflicto exacerbó las tensiones entre Irán y sus aliados en Líbano, Yemen, Siria, Irak e Israel. El asesinato el 31 de julio en Teherán del jefe del comité político de Hamás, Ismail Haniyeh, atizó los temores de una escalada.
El ataque con explosivos que mató a Haniyeh no fue reivindicado, pero Irán y Hamás lo imputaron a Israel y prometieron vengarlo.
Horas antes del asesinato de Haniyeh, un bombardeo reivindicado por Israel mató en un suburbio de Beirut a Fuad Shukr, el comandante militar del movimiento chiita Hezbolá, aliado de Hamás y respaldado por Irán.
Hamás nombró esta semana para reemplazar a Haniyeh a Yahya Sinwar, el jefe del movimiento en Gaza, a quien Israel acusa de ser uno de los cerebros del ataque del 7 de octubre que desató la guerra.
El perfil de Sinwar, que perteneció al brazo armado de Hamás, hacer temer que se compliquen las negociaciones.
Los países mediadores del conflicto (Catar, Egipto y Estados Unidos) instaron el jueves a las partes a reanudar las conversaciones indirectas para «cerrar todas las brechas restantes y comenzar la implementación del acuerdo sin más demora».
La hoja de ruta para una tregua consta de varias etapas y se basa en un plan esbozado el 31 de mayo por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que lo presentó como una propuesta de Israel.
Israel enviará una delegación el 15 de agosto al lugar que sea convenido para «concluir los detalles de concreción de un acuerdo», anunció la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, subrayó este viernes la importancia de «lograr rápidamente» un acuerdo para la liberación de los rehenes en manos de Hamás, durante una conversación telefónica con su par estadounidense, Lloyd Austin.
La tensión también subió varios grados en la frontera de Israel y Líbano, donde desde el inicio de la guerra se registran duelos casi diarios de artillería entre el ejército israelí y Hezbolá. En los últimos días cazas israelíes se adentraron en el espacio aéreo de Líbano a baja altura, generando pánico en la población.
La guerra de Gaza estalló el 7 de octubre, cuando milicianos islamistas mataron a 1.198 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, según un balance basado en datos oficiales israelíes. Entre los muertos había más de 300 militares.
También capturaron a 251 rehenes, de los cuales 111 siguen secuestrados en Gaza aunque 39 de ellos habrían muerto, según el ejército israelí.
La ofensiva israelí en Gaza ha dejado hasta ahora 39.677 muertos, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás.
Con información de AFP