Italia reabre restaurantes, bares, peluquerías e iglesias

MUNDO.- Italia, el primer país del mundo en declarar el confinamiento en todo su territorio por el coronavirus, entró este lunes en una decisiva fase de su desescalada con la reapertura casi total de los negocios y actividades y el levantamiento de muchas restricciones de movimiento.

«Serán meses muy duros y complejos, no debemos ignorarlo», advirtió, no obstante, el primer ministro, Giuseppe Conte, al considerar la reapertura como un «primer paso» hacia «una cotidianeidad literalmente cambiada».

Los italianos pudieron volver tomar su capuchino matutino en los bares, aunque a cierta distancia el uno del otro, en lo que el Conte admitió el fin de semana que es un «riesgo calculado» del desconfinamiento.

«No he trabajado por dos meses y medio. Es un día hermoso y emocionante», dijo Valentino Casanova, un barman en Caffe Canova, en la céntrica Piazza del Popolo de Roma.

Comercios, restaurantes, hoteles, peluquerías, museos y hasta las playas se sumaban hoy a los lugares abiertos desde el comienzo de la emergencia sanitaria, como las tiendas de alimentación o farmacias, y también se reanudaban las misas, pero siempre con medidas de seguridad, distancias y mascarillas.

«Hoy es nuestro primer día, no creo que tengamos muchos clientes pero lo necesitaba aunque sea psicológicamente», cuenta a Efe Tania, dependienta en una pequeña tienda de ropa en la céntrica Via dei Coronari, cubierta con la preceptiva mascarilla.

Nada más entrar, un bote de gel desinfectante para los clientes, y nos enseña una especie de plancha de vapor con la que debe «desinfectar la ropa cada vez que alguien se la pruebe».

En el barrio romano de San Giovanni, bastantes personas hacían cola, distanciadas entre sí, para entrar a sendas tiendas de dos conocidas cadenas de ropa, como si el fin del confinamiento marcara también el reinicio de la normalidad del consumismo.

El reinicio de las misas

La basílica de San Pedro de Roma reabrió este lunes sus puertas al público, símbolo de un retorno a una relativa normalidad en Italia, con la reanudación de las misas.

Ante un grupo de unos 30 fieles, dispuestos a distancia de seguridad, Francisco celebró una misa en la capilla dentro de la basílica de San Pedro, donde se conservan los restos mortales del papa Juan Pablo II, precisamente en el centenario de su nacimiento en Polonia, el 18 de mayo de 1920.

«San Juan Pablo II encarnaba los tres rasgos del buen pastor: la oración, la cercanía al pueblo y el amor a la justicia», dijo.

Pese al clima religioso, un miembro de la gendarmería del Vaticano pidió con firmeza a los fieles que cumplan las nuevas indicaciones.

¡Se cubra la nariz!», ordenó a una persona que intentaba bajar su mascarilla para respirar mejor.

La famosa basílica de San Pedro, cerrada desde el 10 de marzo, fue totalmente desinfectada este fin de semana.

En presencia de numerosos policías con mascarillas, los visitantes, hicieron la fila respetando una distancia de dos metros entre uno y otro e ingresaron al templo, luego de que se les tomara la temperatura y la desinfección de sus manos con gel.

En los negocios del barrio romarno de Borgo Pío, muy dependientes del turismo, abrían hoy con pocas esperanzas, y algunos ni siquiera tienen intención de hacerlo.

«Sí, hemos reabierto, estamos organizando, porque trabajo no hay mucho, pero solo pasar un buen rato es suficiente. Hemos hecho la desinfección, todo, pero somos de los pocos abiertos por aquí», dijo el dueño de un restaurante a la agencia EFE. 

También está previsto la reanudación de misas y celebraciones religiosas en las iglesias de todo el país, manteniendo las medidas de distanciamiento social.

El papa Francisco se congratuló el domingo de «esta señal de esperanza». «Pero, por favor, avancemos con las normas que nos han dado para asegurar la salud de cada uno», insistió.

En Milán, una misa a media jornada en su majestuosa catedral gótica, símbolo en la capital de la Lombardía, recordará a los muertos de una de las regiones más castigadas por la pandemia.

«No podemos permitirnos» esperar a que se descubra una vacuna para reabrir el país, justificó el sábado el primer ministro italiano, Giuseppe Conte.

«Nuestros principios siguen siendo los mismos: proteger la vida, la salud de los ciudadanos. Pero tenemos que declinarlos de forma diferente», insistió.

La propagación de la pandemia parece estar bajo control en el país, donde el balance de víctimas mortales volvió a descender este fin de semana, con 145 decesos, la cifra más baja desde el inicio del confinamiento.

Unos 800.000 comercios podrán reabrir este lunes, según la confederación patronal Confcommercio. Siete bares de cada 10, y el 80% de las imprescindibles «gelaterie» (heladerías), prevén volver a recibir clientes.

Los italianos podrán de nuevo reunirse con su familia, amigos o compañeros, en el domicilio o en el exterior. Las grandes congregaciones siguen no obstante prohibidas, así como las fiestas privadas. El uso de la mascarilla es obligatorio en los lugares cerrados abiertos al público y los desplazamientos entre regiones requieren una justificación.

La próxima etapa del desconfinamiento sera el 25 de mayo, con la reapertura de gimnasios, piscinas y centros deportivos. El 3 de junio, el país abrirá sus fronteras a los turistas europeos, una prioridad para las autoridades para relanzar el sector clave del turismo.

Con información de AFP, EFE y Reuters / Foto: AFP / El País

Noticias relacionadas

Hay evidencia de tropas norcoreanas en Rusia: EEUU

miércoles 23 de octubre de 2024

Atentado terrorista en Turquía

miércoles 23 de octubre de 2024

Accesibilidad