BRASIL.- En la reunión plenaria bianual de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), Japón propuso derogar la prohibición para cazar ballenas.
«Queremos una cuota para aquellas especies de ballenas cuyas poblaciones se consideran saludables por el Comité Científico de la CBI”, dijo Hideki Moronuki, de la Autoridad de Pesca de Japón, al diario “The Japan Times”.
Esta iniciativa enfrenta una fuerte oposición de países que aseguran que muchas poblaciones de ballenas siguen siendo vulnerables o incluso debido a la percepción cada vez más generalizada de que la matanza de cetáceos es inaceptable.
Japón caza ballenas de acuerdo a una cláusula que permite hacerlo con fines de investigación.
«La ciencia es clara: hay ciertas especies de ballenas cuyas poblaciones son saludables lo suficiente para ser aprovechadas con sustentabilidad», según la propuesta japonesa presentada el lunes durante las reuniones semestrales de la Comisión Ballenera Internacional que tienen lugar esta semana en Florianópolis, Brasil.
«Japón propone establecer un Comité dedicado a la cacería sustentable de las ballenas (incluida la comercial y la destinada a la subsistencia de comunidades indígenas)».
La propuesta de Japón también cambiaría el funcionamiento del organismo internacional, lo que refleja su molestia con una organización que, dice, se ha vuelto «intolerante» y un «simple foro para la confrontación».
Aunque Japón afirma que las poblaciones balleneras se han recuperado lo suficiente para permitir su pesca comercial, los ecologistas afirman que la experiencia muestra la dificultad de controlar la caza en altamar.
«Una y otra vez, especie tras especie ha sido llevadas al punto de la extinción», dijo Patrick Ramage, director de conservación marina con el Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales (IFAW por sus siglas en inglés).
También podría ocurrir que Japón retire la propuesta o intente negociar la inclusión de algunas partes en otras propuestas.
Se desconoce cuándo tendrá lugar la votación; la reunión concluirá el viernes
Japón ha cazado ballenas durante siglos como una fuente alterna de carne. Su captura ha disminuido en los últimos años debido en parte a la declinación de la demanda interna de carne de ballena y los desafíos que supone su cacería.
El intento de reanudar la caza comercial podría generar más oposición. Brasil ha entregado una propuesta según la cual la captura de ballenas «ya no es una actividad económica necesaria y ha reducido las poblaciones de ballenas a niveles peligrosamente bajos».
Estados Unidos coincide en que la prohibición es necesaria para la conservación.
Redacción / Agencias