Foto: YouTube / Presidencia Enrique Peña NietoMÉXICO.- La defensa legal de Jesús Murillo Karam, exprocurador General de la República, informó que continúa en terapia intensiva, debido a que los estudios que le practicaron «revelaron otra carótida obstruida, por tanto, se espera que los médicos a cargo determinen el tratamiento a seguir y si es necesario una nueva cirugía, ya que el estado de la arteria mencionada eleva el riesgo de un coágulo cerebral».
Al respecto señaló que la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del Gobierno de la Ciudad de México y los médicos tratantes del Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, les comenta que el 19 de octubre pasado Murillo Karam tuvo que ser trasladado del Reclusorio Preventivo Varonil Norte, donde cumple la medida cautelar de prisión preventiva que le fue impuesta, al Hospital General de Xoco para atender su estado de salud.
Sin embargo, derivado del «complicado» cuadro clínico que presentó durante su estancia en Xoco, los médicos de dicho hospital determinaron que resultaba necesario remitirlo al Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, para su debido diagnóstico y tratamiento.
En un comunicado su abogado Javier López dijo que después de realizar varios estudios, el 20 de octubre los médicos de dicho nosocomio determinaron intervenirlo quirúrgicamente practicando de emergencia una cirugía Endarterectomía Carotídea «de alto riesgo», lo que permitió un mayor flujo sanguíneo. «Desde entonces, el licenciado Murillo Karam se encuentra en terapia intensiva».
Añadió que los estudios practicados al ex procurador la carótida obstruida, y de ser necesario practicarle una nueva cirugía, ya que el estado de la arteria mencionada eleva el riesgo de un coágulo cerebral. «La familia y la defensa del licenciado Murillo Karam agradecen la preocupación y apoyo que han recibido en estos difíciles momentos».
El ex procurador está sujeto a prisión preventiva desde agosto pasado, en espera de ser procesado por delitos contra la administración de la justicia, tortura y desaparición forzada, para lo cual fue internado en un principio en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.
Sin embargo, miércoles pasado tuvo que ser trasladado al Hospital General de Xoco, donde se determinó que su cuadro clínico requería tratamiento especializado en el Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”.
Con información de La Jornada
