La voz detrás de la alerta sísmica

Ciudad de México.- Dos palabras suyas bastan para quitarle la tranquilidad a millones de personas en la Ciudad de México. Ocurrió durante los sismos del 7 y 19 de septiembre, y más recientemente, el viernes 16 de febrero y la madrugada de este lunes.

 

“Alerta sísmica, alerta sísmica, alerta sísmica, alerta sísmica”, repite cuatro veces, con un zumbido perturbador de fondo. La voz, que ya forma parte del catálogo sonoro de la ciudad, pertenece a Manuel de la Llata García, quien fuera actor de doblaje y locutor.

Cuando el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (CIRES) creó el sonido de la alerta en 1993, fue seleccionado para darle voz a la alerta sísmica. Manuel de la Llata ya tenía 25 años de experiencia.

Ya había sido seleccionado para doblar al español la voz de varios personajes como Clark Kent, interpretado por Christopher Reeve, en la primera película de Superman: The Movie, en 1978.

Quienes lo conocían por primera vez, cuentan sus colegas de doblaje, se sorprendían por el contraste, media 1,68 de estatura y era flaco, pero tenía una voz grave y una dicción precisa que le permitían doblar personajes con galanura. Por ello, le asignaron el papel de Han Solo en una de las versiones que se doblaron de la primera película de La guerra de las galaxias.

Manuel de la Llata, quien falleció en junio de 2016, fue la voz del jefe de Los Ángeles de Charlie en la década de los setentas, uno de los programas televisivos que más le dieron prestigio. También fue pionero en el cine animado, pues participó en el primer largometraje hecho en México, cuyo guion fue escrito por Rosario Castellanos: Los tres Reyes Magos.

A partir de los ochenta, De la Llata cambió el doblaje por la locución de comerciales, una actividad mucho más redituable.

Meses después del terremoto de 1985, un grupo de especialistas, junto con autoridades, formaron la asociación civil Centro de Instrumentación y Registro Sísmico, con el objetivo de crear la infraestructura necesaria para detectar sismos.

Una vez anticipada la amenaza decidieron que se enviaría una alerta a la capital. El entonces llamado Distrito Federal aún no tenía altavoces en las calles, por lo que se propuso que todas las radiodifusoras emitieran la alerta.

Manuel de la Llata era en esa época el locutor institucional de la Asociación de Radio del Valle de México (ARVM), explica Carlos García, gerente actual de la asociación.

“Se le pidió que participara en la alerta. No hubo casting, fue decisión directa. Lo que querían era un sonido que no fuera de catálogo, que fuera original y difícilmente reproducible”, cuenta García, uno de los pocos colegas que conocía sobre la participación de De la Llata en la alerta sísmica.

Redacción / Fuente: The New York Times de América Latina

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