Estados Unidos.- El cantante y compositor chileno lanzó su más reciente producción con la cual revive el sonido musical de antaño. “La escuchaba de niño con mi padre”.
Si bien la pandemia del coronavirus mantiene en cuarentena a una buena parte de la población mundial, también se ha convertido en un buen momento para reflexionar sobre lo que se está viviendo y encontrar una buena enseñanza de esta situación.
Así es como lo piensa Beto Cuevas, cantante y compositor chileno, quien después de haber viajado de su tierra natal a Los Ángeles y mantenerse aislado durante 15 días, poco a poco ha ido incorporándose a esta realidad en la que el contacto virtual se ha hecho indispensable.
“He recibido invitaciones para hacer streamings pero no he querido hacer nada todavía porque todavía estoy asimilando todo. Me interesa escuchar a la gente porque al conocer sus historias voy a sacar mucho porque quiero también escribir.
“Sin ser cliché, quiero escribir acerca de esto que estamos viviendo porque estoy reflexionando, en mis metros cuadrados, de por qué nos está pasando esto y cómo podemos sacar algo provechoso, una enseñanza, de esta situación”, dijo en entrevista telefónica desde Los Ángeles.
Pero la epidemia y el encierro no han logrado que el exvocalista de La Ley muestre al mundo su trabajo. Con Réquiem de amor, tema original que se desprende de su disco más reciente, Colateral, Beto Cuevas concreta una idea que tuvo hace mucho tiempo y hace un homenaje a la década de los años 50.
“Es una canción que siempre soñé hacer, desde el pasado en la época con La Ley. Crecí escuchando la música de esa época por mi padre y siempre quise hacer algo que sonara así pero que fuera original.
“Por el éxito que ha tenido la música urbana siento que todo se ha convertido en eso, hay artistas pop que han pasado de eso a sonar un poco a música urbana y de alguna manera el pop se ha homogenizado. Siento que como artista mi deber es hacer algo que me guste, que quiera hacer e ir por un lado diferente, sin importar si no gusta de inicio porque si las canciones son buenas el tiempo termina dándote la razón”, compartió.
Con una estética que asemeja el estilo de las presentaciones de Elvis Presley y acompañado por los distintos personajes que se encuentran en la portada del álbum, Beto plasmó en el video una historia de desamor moderna con la sonoridad y estilo de la década de los 50.
“Trabajé con Gustavo Garzón y le dije que quería que estéticamente me peinaría como Elvis pero no me iba a rasurar la barba que con eso le daba el toque actual del 2020 porque en esos años nunca hubiera estado un tipo barbón peinado así, cantando, eso me sitúa en mi realidad-
“El video está inspirado en el especial de televisión que hizo Elvis en 1968, es un show súper chingón, con ese fondo rojo y la ropa negra de piel, y de ahí fuimos integrando a los personajes que hice para la portada del disco. A Gustavo se le ocurrió que podíamos imprimir las caras de los personajes y que la gente los usara con un palito… que al final fueron los fans las que les dieron vida”.
Con información de Excélsior.