Ciudad de México.- A siete meses del sismo del 19 de septiembre, los damnificados del multifamiliar de Tlalpan pidieron al nuevo jefe de Gobierno capitalino, José Ramón Amieva, ser reconocidos como interlocutores en todas las decisiones del proceso de reconstrucción, pues ya no se trata de rescatar cuerpos, sino la dignidad de quienes siguen en las calles a la espera de regresar a sus hogares.
Lamentaron que luego de más de 200 días en los que el Gobierno de la Ciudad de México, en lugar de ayudar a superar la tragedia, obstruyen sus esfuerzos organizativos y ha engañado a los vecinos con falsos apoyos, reporta Notimex.
En demarcaciones afectadas por las grietas, como Xochimilco, Tláhuac e Iztapalapa, se ha denunciado opacidad en los estudios de suelo necesarios para su rehabilitación y además se han retirado apoyos de comedores comunitarios y medidas para atender a la población que se quedó sin techo.
En su pronunciamiento, los damnificados del multifamiliar de Tlalpan condenaron que se pretenda erigir un memorial oneroso «sin antes haber hecho justicia a las víctimas”.
«Nosotros consideramos que cada departamento y vivienda reconstruida es el mejor de los homenajes para quienes perdieron la vida entre los escombros”, puntualizaron.
Las familias que perdieron sus viviendas solicitaron una reunión con el mandatario capitalino, a quien también le exigieron que terminen las simulaciones para poder regresar a casa, porque la emergencia sigue vigente.
En un pronunciamiento, pidieron una mesa permanente con la Secretaría de Finanzas de la Ciudad de México para poder participar de manera directa en los criterios para ejercer el presupuesto para la reconstrucción y que los recursos lleguen a donde deben estar.
«Somos sujetos de derecho, no pedimos limosna ni mucho menos privilegios. Los recursos públicos son para garantizar el bienestar y la seguridad de la ciudadanía”, expresaron.
Dijeron que ante su demanda de reconstrucción sin transitar por los créditos o la redensificación, el Gobierno de la Ciudad de México respondió con una Ley de Reconstrucción que no tiene nada de bondadosa, pues pretende convertir a los damnificados en deudores y presas del mercado inmobiliario.
Los damnificados aseguraron que, por medio de falsas promesas, hubo gente que accedió a la aplicación del estudio socioeconómico, contemplado en dicha ley, y reiteraron que el instrumento es discriminador porque sólo les ofrecieron someterse a una deuda y vulnerar su propiedad con la construcción de viviendas adicionales.
Afirmaron que nunca van a olvidar ese sismo de las 13:14 horas del 19 de septiembre y subrayaron que no dejarán de llorar a sus muertos ni están dispuestos a permitir que un monumento en su memoria sea usado para maquillar esta desgracia.
