MÉXICO.- Respecto a la polémica sobre los errores detectados en los libros de texto, Marx Arriaga dijo que prefería llamarlos «áreas de oportunidad» y asumió la responsabilidad de los mismos.
«Yo no diría que tienen errores (los libros de texto), sino, como maestro digo, que son áreas de oportunidad», justificó.
Comparó que en la anterior edición de libros de texto, elaborada en la gestión de Enrique Peña Nieto, cuando el Secretario de Educación Pública era Emilio Chuayfett también se registraron errores.
«En aquel paquete de libros de 7 mil 250 horas, se registraron 107 y hubo una fe de erratas, que si uno hace los conteos, lo que implica uno por ciento de errores.
«Hasta el momento, nuestra familia de libros tiene 20 mil 576 hojas, y los errores que alcanzo a distinguir que ponen en las redes sociales, las áreas de oportunidad no suman más de 20, estaríamos hablando de 0.09 por ciento, y estamos contando sólo páginas, si contamos palabras o caracteres el número se hace más pequeño», manifestó.
Sobre los señalamientos de que autoridades estatales no distribuirán los libros, la secretaria Leticia Ramírez dijo que no existe impedimento legal para la distribución de los textos.
¿Qué pasa con la reducción de matemáticas y ciencias?
Marx Arriaga, titular de la Dirección General de Materiales Educativos indicó que con el actual modelo educativo se pasa de un paradigma positivista o hermenéutico, hacia uno activo donde el pensamiento crítico es el motor de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) y por ende, no se enseñan las materias como tradicionalmente se ha hecho.
«Eso lleva a que las matemáticas no se puedan enseñar o no se deban enseñar, no porque no queramos ¿eh? y no porque tampoco no lo quiera el magisterio, que también es verdad, el magisterio ya no veía que aquellos modelos fueran pertinentes para las necesidades de hoy, que se centraran tan solo en la memorización, del dominio de contenidos, estudiando sólo para pasar una prueba, para pasar un examen», dijo.
Ahora, sostuvo, las matemáticas se llevan al aula de manera práctica y aplicada conforme a lo comunitario, y se desarrollan a profundidad, pero consideró que el número de páginas no garantiza que las calificaciones de la prueba Pisa mejoren.
«El pensar que un libro de texto que tuviera 210 páginas o 169 (…) si sumamos todas las partes que tienen matemáticas en el caso de primero, tenemos 2010, o sea mayor que en el libro anterior, del sexenio anterior, pero aún así, aunque sean más páginas en donde se vea un hecho aplicado, desde la pedagogía crítica, no garantiza que la prueba Pisa va a aumentar», afirmó.
«El libro de texto es una herramienta para el maestro, y el maestro desde su autonomía profesional como lo ha hecho desde los años 20 a la actualidad, tiene que territorializar, tiene que tomar en cuenta lo que sucede en su territorio», agregó.
Con información de Reforma